La península de Crimea se quedó sin electricidad después de que fueran dinamitadas las únicas torres de alta tensión en el sur de Ucrania que suministran energía al territorio anexionado por Rusia. Según el Ministerio de Energía, casi 1,9 millones de crimeos carecen en estos momentos de suministro de energía, lo que ha obligado a las autoridades locales a declarar el estado de emergencia.
Las autoridades han procedido a poner en marcha generadores eléctricos móviles en diferentes parte de la península con el fin de evitar el colapso de la administración pública, informan medios locales.
No obstante, los especialistas ya han advertido que su capacidad es insuficiente para abastecer a los más de dos millones de habitantes del territorio, que no tiene frontera terrestre con el resto de la Federación Rusa.
El aeropuerto internacional de la capital crimea, Simferópol, los puertos y las estaciones de tren funcionan con normalidad, pero las viviendas particulares siguen sin luz, informaron las autoridades.
Mientras, la base de la Flota rusa del mar Negro en Sebastopol se vio obligada a encender urgentemente las fuentes eléctricas de reserva. Al parecer, unos desconocidos volaron anoche las dos últimas torres de alta tensión que suministraban electricidad a Crimea y que se encuentran en la vecina región ucraniana de Hersón.
Desde hace semanas, un grupo de activistas se concentra en la frontera entre la península y el resto de Ucrania para demandar el bloqueo del territorio, aunque en esta ocasión han negado cualquier responsabilidad en el incidente.
Precisamente, cerca de las citados postes de alta tensión (350.000 voltios) se produjeron anoche enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los activistas, que querían impedir que los técnicos repararan la avería y restablecieran el suministro.