Dos turistas estadounidenses quedan con un traficante italiano. Este, supuestamente, les da aspirina en vez de droga y, cuando se percatan, le roban la mochila, reclamándole el dinero.

Sin embargo, el vendedor, sin revelar su profesión, denunció el robo de su mochila, en una llamada a la Policía: "Buenas tardes, me han robado mi mochila. Me piden 8.100 euros, les he dicho que me traigan la mochila y que les doy el dinero".

"Vale, te mando una patrulla, quería saber si están contigo para que vayan de paisano", le contesta un agente.

El narco acudió acompañado de dos agentes al tercer encuentro con los turistas. Fue en ese momento cuando estos habrían apuñalado hasta en ocho ocasiones al carabinero, causándole la muerte.

El crimen ha conmocionado a Italia, pero la controversia no queda ahí: los dos sospechosos han sido detenidos, aunque una foto en la que se ve a uno de ellos inmovilizado y con los ojos vendados ha causado la indignación.

La foto de uno de los detenidos por el asesinato del carabinero

No así al ministro de Interior, Matteo Salvini, que ha pedido para ellos la máxima pena de cárcel. "En EEUU quien mata corre el riesgo de la pena de muerte. No digo que vayamos tan lejos, pero cadena perpetua sí", escribió en Twitter.

Salvini ha acudido este lunes al emotivo y politizado funeral del carabinero fallecido, en el que el que familiares y cuerpo de Policía, entre lágrimas, le han dado su último adiós.