El fiscal general del estado de Minesota, Keith Ellison, ha comunicado este miércoles su decisión de endurecer los cargos contra Derek Chauvin, el agente y principal acusado por la muerte de George Floyd. Una resolución que llega en medio de las protestas que sacuden a EE.UU. por la violenta muerte.

También ha imputado a otros tres policías Tou Thao, J. Alexander Kueng y Thomas Lane, presentes durante la detención de Floyd, por ayudar e instigar un asesinato en segundo grado y ha ordenado su arresto.

En una rueda de prensa, Ellison ha explicado que ha presentado "una demanda enmendada" contra Chauvin porque las pruebas disponibles apoyan "la acusación más fuerte de segundo grado". En un primer momento, Chauvi fue acusado el pasado 29 de mayo de asesinato en tercer grado y de homicidio imprudente.

Esto supone que el expolicía se enfrentará a una pena de hasta 40 años, 15 más que con los cargos anteriores, ya que según la legislación del estado de Minesota, el asesinato en tercer grado es aquel que causa la muerte de la persona de manera no intencionada a través de un acto eminentemente peligroso y puede acarrear una pena de cárcel de no más de 25 años. El asesinato en segundo grado es el que ocasiona el fallecimiento de alguien sin intención mientras se inflige o se intenta infligir un daños y puede ser penado con no más de 40 años de prisión.

La familia, "satisfecha"

La senadora por Minesota Amy Klobuchar calificó de "gran paso importante para la Justicia" esta decisión, mientras que el abogado de la familia de Floyd, Benjamin Crump, difundió en la misma red social una reacción de los parientes, que consideraron que, aunque es "un momento agridulce", estaban "profundamente" satisfechos por las acciones "decisivas del fiscal".

Chauvin es uno de los cuatro agentes que han sido despedidos del cuerpo de policía de Mineápolis por su supuesto papel en la muerte del afroamericano. Las dos autopsias realizadas a Floyd (la oficial y la independiente) han arrojado la misma conclusión: que su muerte fue un homicidio. Difieren, sin embargo, en el motivo que ocasionó el homicidio. La autopsia ordenada por la familia apunta a una muerte por "asfixia", mientras que la del forense del condado habla de un "paro cardiorrespiratorio" ocurrido mientras le inmovilizaban. El asesinato de Floyd ha sido el detonante para una serie de manifestaciones en distintos puntos de Estados Unidos, donde unas 40 ciudades han declarado toque de queda nocturno para tratar de frenar los desórdenes y saqueos en los que derivado las protestas.