Calma tensa en Nueva York. Miles de neoyorquinos volvieron a ignorar el toque de queda, el primero decretado en 77 años, y se manifestaron hasta bien entrada la noche, pero esta vez de forma pacífica y con disturbios puntuales.

Así, a la hora que empezaba el toque de queda (que ayer se adelantó para evitar nuevos incidentes), miles de personas confluían frente al hotel Trump, cerca de Columbus Circle, en una multitudinaria concentración pacífica. Unas imágenes muy compartidas en redes sociales. Allí, los manifestantes hincaron la rodilla en el suelo, un gesto ya habitual de protesta contra el racismo.

 

 

Junto con la concentración de Columbus Circle, miles de personas se dirigieron también a la residencia oficial del alcalde, la mansión Gracie, para mostrar su enfado por los saqueos e incidentes ocurridos en la ciudad. Allí, los ciudadanos permanecieron en absoluto silencio, sentados en el suelo y con el puño alzado, y tratando de mantener la distancia de seguridad para tratar de evitar la propagación del coronavirus.

Desde Bryant Park, otra de las protestas comenzó a recorrer la Sexta Avenida, una manifestación encabezada por un gran cartel: '¿Cuántas muertes no han sido filmadas?'. Jane, de Brooklyn, ha participado cinco días consecutivos en la protesta. "La gente negra en este país es tratada injustamente, no solo por la Policía, sino también en el sistema educativo porque hay un racismo sistematizado", afirmó la joven a la Agencia EFE.

Fueron solo algunas de las múltiples manifestaciones que se han visto en Nueva York a lo largo del día. Tras los graves disturbios registrados ayer en la ciudad, De Blasio ha duplicado los efectivos policiales y las medidas de seguridad. Esto sumado a la actitud de la mayoría de los manifestantes evitando saqueos ha hecho que la noche discurriese en relativa calma.

Trump llama "escoria" y "chusma" a los manifestantes

Por su parte, y lejos de llamar a la tranquilidad, el presidente Trump señala que Nueva York quedó "hecha pedazos" tras una noche de saqueos y ha criticado al gobernador Andrew Cuomo por rechazar el envío de la Guardia Nacional. "Ayer fue un mal día para los hermanos Cuomo. Nueva York quedó perdida en manos de saqueadores, maleantes, la izquierda radical y otras formas de escoria y chusma", señaló en su cuenta de Twitter.

 

Trump también ha sacado pecho por la actuación de la Policía en Washington, justo el día en el que los agentes cargaron con gases lacrimógenos contra los manifestantes. Así, el mandatario defiende que la capital fue "el lugar más seguro de la Tierra".

En una acción policial criticada incluso por la alcadesa de Washington, los agentes utilizaron también balas de goma para dispersar a una multitud que protestaba de forma pacífica cerca de la Casa Blanca con el objetivo de que Trump pudiera acercarse caminando a la iglesia de Saint John. Allí, el presidente estadounidense se fotografió sosteniendo una biblia.

Según la CNN, un total de 26 estados, más de la mitad del país, han movilizado a la Guardia Nacional para contener las manifestaciones y los disturbios.