El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha dirigido este viernes a los estadounidenses, en el Día de la Independencia, para defender una nueva política migratoria, para lo que ha alegado que acoger a los inmigrantes es "central para nuestro modo de vida".

En una ceremonia para otorgar la ciudadanía a 25 hombres y mujeres extranjeros pertenecientes al Ejército estadounidense, Obama ha argumentado que tienen que aprobar una reforma migratoria "con sentido común". "Tenemos que arreglar nuestro sistema de inmigración, que está fracturado", ha dicho.

El presidente tiene dos frentes abiertos en el conflicto migratorio. Mientras su propuesta para que el Congreso aprobara una reforma migratoria integral fracasaba con la negativa de los republicanos en la Cámara de Representantes a efectuar la votación, se enfrenta a una llegada masiva de inmigrantes a la frontera de Texas que están agotando los recursos del país y despertando las críticas de los republicanos.

Estos desafíos han puesto a Obama en una situación dificíl y, aunque ha decidido llevar a cabo, de forma independiente, medidas para facilitar la permanencia de los indocumentados en el país, ha anunciado la expulsión de los recién llegados.

Las declaraciones que ha efectuado Obama este viernes, remarcan que Estados Unidos sería un país más débil sin inmigrantes. "La idea básica de dar la bienvenida a los inmigrantes a nuestras costas es fundamental en nuestra forma de vida", ha dicho. "Está en nuestro ADN", ha añadido.

Está previsto que Obama visite Texas la semana que viene para participar en eventos para recaudar dinero para los candidatos demócratas de cara a las elecciones del Congreso que se celebrarán en noviembre. Sin embargo, resistirá las presiones republicanas para que visite la frontera de Texas, según ha informado el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.