Un centenar de miembros de la Liga de Defensa Inglesa, una organización de extrema derecha, tenían ganas de venganza y tomaron las calles del barrio de Woolwich gritando consignas raciales.

La policía británica tuvo que actuar para mantener la calma.La policía logró controlar las hordas de radicales de ultraderecha en Woolwich, pero no en otros condados al sur de Londres.

Dos hombres fueron detenidos después de varios ataques contra mezquitas en Essex y KentMientras las autoridades llaman a la calma y los líderes de la comunidad islámica en Gran Bretaña han condenado rotundamente el acto terrorista,  como ya ocurrió tras los atentados terroristas del 7J, los musulmanes británicos saben que están bajo el punto de mira de la ultraderecha.