Maltrato animal
Hacinadas y conviviendo con ratas y cadáveres: así viven las gallinas de la granja avícola investigada en Mallorca
La otra cara Era una granja avícola con certificado de bienestar animal, pero una investigación ha destapado la situación de hacinamiento, suciedad extrema y pésimas condiciones en las que se encontraban sus gallinas.

Resumen IA supervisado
La granja avícola de Llucmajor, la mayor de las Islas Baleares, ha sido denunciada por las entidades animalistas Arde y Satya Animal debido a las deplorables condiciones en las que se encuentran sus 136.000 gallinas. Aunque contaba con un certificado de bienestar animal, las aves estaban hacinadas, conviviendo con cadáveres, telarañas y ratas. La Conselleria de Agricultura y el Seprona han inspeccionado el lugar para determinar si hay un delito ambiental. Además del maltrato animal, se teme por la salud pública, ya que las condiciones podrían propagar enfermedades como la salmonella. Los vecinos también reportan problemas de salud debido a las plagas y olores.
* Resumen supervisado por periodistas.
Contaba con certificado de bienestar animal, lo que supone que las gallinas camperas debían estar casi libres y, por ende, sus huevos se vendían más caros. Pero la realidad era bien diferente: apiñadas unas con otras, conviviendo con cadáveres, telarañas por el techo y las paredes y un gran número de ratas corriendo por las instalaciones. Esas eran las pésimas condiciones en las que estaban los animales de la granaja de Llucmajor, la mayor compañía avícola de las Islas Baleares.
Las entidades animalistas Arde y Satya Animal han denunciado el estado de una granja que este mismo martes ha recibido la visita de los inspectores de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural y agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El conseller del ramo, Joan Simonet, ha informado de la inspección después de que los hechos fueran puestos en su conocimiento, recoge Europa Press.
"La primera medida que hemos tomado es que esta mañana ya hay unos inspectores de la Conselleria, acompañados del Seprona, visitando las instalaciones para ver hasta qué punto se deben tomar las medidas pertinentes si hay o no un delito ambiental", ha dicho Simonet en los pasillos del Parlament. La última inspección, por parte del Govern, se hizo el pasado 27 de febrero. Los funcionarios de la Conselleria, ha asegurado Simonet, no vieron la situación que ahora han denunciado las entidades animalistas.
Este granja cuenta con siete naves, 5.000 metros cuadrados, 136.000 gallinas y una multa de 150.000 euros. Solo tenía permiso para 40.000 gallinas, por lo que el Consell le exige una "desescalada" para no matar a 90.000 de golpe.
Desde las agrupaciones ecologistas consideran que se trata de un caso de maltrato animal y de un peligro también para la salud pública. "Al estar en contacto con ratas y con cadáveres de otras gallinas, pueden transmitir enfermedades como la salmonella y la pletopirosis", explica Julia Elizade, portavoz de Arde.
Según los ecologistas, los vecinos de alrededor también se quejan de sufrir problemas de salud por las plagas de moscas y olores que generan esta granja. Desde afecciones respiratorias, migrañas o vómitos. También consideran que pueden estar realizando una estafa, porque comprobaron que las gallinas camperas no salían al exterior.
Simonet ha confirmado que la empresa denunciada es la misma que pretendía abrir una nueva macrogranja en Sineu, cuya construcción se paralizó y cuyo caso derivó en la aprobación de un decreto para regular estas explotaciones intensivas, recoge Europa Press.