Una mujer tailandesa de 53 años ha salvado la vida de un recién nacido al que encontró enterrado en una granja, y al que encontró malherido y con marcas de 14 puñaladas.
La mujer acudió a la parte trasera de su finca para dar de comer al ganado, y en ese momento escuchó unos gritos que venían de debajo de la tierra. Pensando que era un animal al que pretendían sacrificar, decidió cavar para ver de qué se trataba, y allí encontró al pequeño malherido.
Rápidamente, la mujer acudió con su marido al hospital, donde encontraron las marcas del apuñalamiento e incluso indicios de que podía haber sufrido abusos.
La sorpresa ha llegado con la fortaleza del joven, que en poco más de tres meses presenta un aspecto completamente saludable, y que se ha convertido en objeto de admiración en todo el mundo.