Más de medio kilómetro de cola para recoger la fruta que regalan los agricultores de todo el país, por un motivo. Protestan por el veto ruso y aseguran que la venden a precios ridículos.

La plaza de Callao de Madrid se ha convertido en una especie de frutería. Reparten melocotones, manzanas, peras y patatas aunque hay quien no sabe muy bien por qué. Los agricultores se lo explican y resuelta la duda reciben la fruta.

Hasta 10.000 kilos de fruta que algunos vecinos se han encontrado de casualidad. Con ello, el sector exige más ayudas a Bruselas. Además, denuncian que los distribuidores hacen ofertas vergonzosas y que acabará afectando al empleo.

Para que la gente se sume a la campaña, selfie, besos a la fruta, y de momento, esperar a las conclusiones de los ministros de agricultura de la Unión Europea, ¿cómo? pues comiendo nuestra fruta.