El doctor Gutiérrez Millet ha vuelto a ponerse su bata blanca. Jubilado forzosamente y en plenas facultades, regresa al hospital 12 de octubre por su cuenta. "Vengo a la sesión clínica del servicio de nefrología a seguir aprendiendo".
Como él, 152 veteranos de la medicina han sido despedidos. Jubilados a su pesar, como Luis Roldán, premio Nacional de Radiología. "En radiología de Urgencias, de tres médicos se han quedado dos. La docencia ya no se hará, la radiología simple no se leerá". A Máximo, le trasplantaron un riñón, en este hospital, hace 25 años, y sólo tiene elogios para ellos.
Una nueva generación de médicos, los que se quedan en el hospital, exponen un panorama desolador. Con la ausencia de los veteranos, las listas de espera en determinados servicios se han disparado.
El principal perjudicado: el paciente. Benito está pendiente de que le extirpen la vesícula y todavía no tiene fecha para la operación. Corre el riesgo de una complicación que le provoque entrar en el quirófano tarde, a través de urgencias.