A partir de ahora, casos como el de Juana no volverán a repetirse. "Llevo cuatro años con dolores, pero me he ido medicando porque no puedo parar de trabajar", asegura.

O el de la situacion de Charo, que no puede permitirse más tiempo de baja. "He venido al médico y me ha dicho que no estoy para recibir el alta, pero yo he insistido", explica esta 'kelly' de Sevilla.

Desde este momento, lesiones derivadas de los movimientos repetitivos con el codo o el brazo se van a reconocer como enfermedades profesiones. Son el síndrome del túnel carpiano, el conocido como codo de tenista, o la bursitis.

"Si haces esos movimientos de codo y hombro durante ocho o diez horas se produce un desgaste en la articulación", explica Andres Cánovas, presidente del sindicato médico CESM.

Esta decisión supone un alivio, tanto físico como económico, porque hasta ahora "el sueldo te bajaba mucho y no te daban los tratamientos adecuados", señala María José, de la Asociación de 'Kellys' de Granada. "Estamos cobrando una media de 600 euros y al darnos de baja se nos queda en unos 300 y no es una enfermedad común", añade su compañera Mayte.

Y creen que es importante atajar la causa. "Si los hoteles cumplieran con la de ley de prevención de riesgos laborales y los ritmos de trabajo no fueran tan frenéticos no tendríamos esas dolencias", considera Yolanda García, portavoz de 'Kellys' Benidorm.