Un equipo de psicólogos de Berkeley ha descubierto que las personas de clase social alta son más maleducados y egoístas. Pues como los niños no están me cojo dos caramelos.

Y no solo en la vida real, incluso cuando jugamos con dinero ficticio se contagia este sentimiento. Según los psicólogos cuando ganan se creen ricos e incluso con exigencias.

Cosas del subconsciente aseguran los estudiosos, parece ser que si ganáramos al Monopoly nos convertiríamos en personas sin escrúpulos pero si perdiéramos y somos ricos, nos sentiríamos hasta pobres, aunque hasta que todo esto se demuestre mejor mirar bien a ambos lados.