Padres y madres de alumnos valencianos se atrincheran dentro de los colegios en contra de la supresión de 145 líneas de educación infantil. “Sigo encerrado en el colegio luchando por el aula que dé acceso a mi niño de tres años para que pueda venir con su hermana” cuenta Josep García, uno de los padres del colegio Ciutat de Cremona.
60 de las líneas que van a desaparecer son el lengua valenciana. El argumento oficial del recorte es el descenso de la natalidad: “Hay una bajada muy significativa de 9.000 niños luego es normal que únicamente en el tramo de educación infantil se note ese descenso” explica Rafael Carbonell, secretario autonómico de Educación.
Pero los sindicatos no entienden este argumento: “No se entiende que se recorte en la pública y se esté dando suelo público para la concertada. Si baja la natalidad baja para todos” dice Marc Candela, del sindicato de profesores STEPV.
Para el colegio Ciutat de Cremona, que ya no entren más niños el próximo curso supone su desaparición. Por eso, llevan más de cincuenta días encerrados dentro del colegio. Otros dos colegios valencianos se han sumado a este encierro indefinido y el jueves más de 100 colegios en un encierro simbólico.
Para el lunes, fecha tope para la admisión de nuevos alumnos, se esperan más movilizaciones.
Según 'The Economist'
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