Los bancos han comenzado a prestar dinero. Sin embargo, el problema surge cuando se conoce quiénes se llevan esos préstamos. "Son para los bancos, no para la gente", ha señalado Mario Draghi. Las entidades han esquivado la última medida del presidente del Banco Central Europeo para reactivar la economía europea.

Los bancos guardaron su excedente de liquidez en las arcas del BCE, que han estado rebosantes durante meses. Al ver que ese tesoro no llegaba a PYMES y familias, Draghi anunció que penalizaría el dinero allí almacenado con una comisión del 0,1%.

Ante la posible sanción, buena parte del ‘cash’ ha abandonado el BCE, pero no en la dirección que hubiera deseado Draghi. En lugar de invertirlos en la economía real, los bancos prefieren prestárselo entre ellos. Todo esto, claro, a un precio mucho menor. Esto es, con intereses de hasta el 0,01%.

"Los bancos han pasado un tsunami. Cuando hay un proceso de estas características, tan brutal, pues te dedicas a ti", ha indicado Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economistas.

Parece ser, por tanto, que los bancos tienen miedo a abrirse. Prefieren pagar por tener durmiendo su dinero a arriesgarlo, y más después de ver caer a un gigante como Banco Espirito Santo.

"Ahora tienen una prudencia increíble, y eso hace que, si quieres una hipoteca en España, has de demostrar que estás ganando 3.000 euros netos mensuales, y mejor si ganas 4.000 euros", ha considerado Gonzalo Bernardos, vicerrector de economía en la Universidad de Barcelona.

De esta forma, el dinero seguirá bajo llave, por lo menos hasta noviembre. Será entonces cuando los bancos tendrán que agradar en una nueva foto de los test de stress.