Sus primeras palabras fueron que no había peligro para la salud. "No existe ese riesgo". El Ayuntamiento tampoco sabía cifrar los servicios mínimos. "No tengo la precisión, sé que no se están cumpliendo los servicios mínimos en su totalidad".

La versión cambia a finales de semana y el viernes el consistorio madrileño publica este decreto: "El porcentaje de empleados que han salido a trabajar es inferior al que tenían asignados los servicios mínimos. Un riesgo para la salud de las personas que viven o visitan nuestra ciudad".

Son los dos requisitos que permitían a Ana Botella sacar a Tragsa a limpiar las calles. CCOO mantiene que el Ayuntamiento diseñó a medida el decreto para acabar con la huelga. "Los servicios mínimos se están cumpliendo escrupulosamente por parte de los trabajadores", afirma Jesús Belvis, miembro de CCOO.

El Ayuntamiento insiste en que, a pesar del documento, nunca hubo alerta sanitaria.