La tecnología es sinónimo de progreso pero para algunos puede suponer el fin de su negocio.  Las nuevas tecnologías unidas a la poca demanda colocan al borde de la extinción a algunas profesiones tradicionales. La web ‘Career Cast’ les ha puesto nombre y ha hecho una lista de los diez oficios con mayor riesgo de desaparecer. Muchos trabajadores ya han notado cómo sus negocios caen un 20% cada año.

Uno de los empleos cuya demanda cae en picado es la de agricultor. Esteban ha sido testigo de cómo el campo se ha ido despoblando. “La gente lo está abandonado porque el que queda no gana nada”, cuenta. Este estudio dice que la profesión de agricultor reducirá su demanda con un 19% menos de contratos hasta el 2022. Por eso, Esteban afirma: “Mis hijos se buscan otro trabajo porque en el campo ya saben lo que hay”. “Hay que trabajar muchas horas y muy duro y se gana muy poco dinero”, añade.

La revolución digital ha dado muchas cosas pero también acabará con el oficio de impresor. José María cuenta que “hay chavales que entre los 18 y los 30 años que no compran un periódico o un libro”. Las nuevas impresoras digitales necesitan menos mano de obra, por lo que en algunas imprentas el negocio cae cada año un 20%. El impresor afirma que “transmitir ideas y pensamientos a través del papel es una tendencia a la baja”.

A menos papel también hay menos árboles que cortar, algo que Andrés también nota. Este leñador sobrevive con su aserradero en una industria cada vez más mecanizada. “En carpintería como no se venden muebles tampoco hay demanda de madera”, manifiesta. La sociedad acelera pero no todos pueden seguir el mismo ritmo.