Duro, cruel, triste... es difícil calificar cómo se ceritificó la eliminación de Alejandro Davidovich en Wimbledon tras un partidazo de casi cuatro horas que se acabó llevando el checo Jiri Vesely (6-3, 5-7, 6-7, 6-3 y 7-6).

Con 9-7 en contra en el 'supertiebreak' del quinto set, el malagueño pegó un pelotazo al cielo fruto de la desesperación y Carlos Ramos, juez de silla, le castigó con un segundo 'warning'.

El primero, por lenguaje obsceno tras gritar "putas zapatillas", sumado al segundo incumbieron en un punto de castigo que conllevó la derrota directa.

En rueda de prensa, Davidovich se mostró sereno y consciente de su error: "He cometido un error y lo asumo. Un poco de retraso mental es lo que he tenido. De estas cosas se aprende. Intentaré que no pasen en el futuro. Han sido tres horas y pico de batalla y terminar así no mola, pero al final estoy contento del rendimiento y con eso me voy a quedar, no con la última bola".