Polémica decisión en un partido de softbol en Estados Unidos por parte del colectivo arbitral. Nicole Pyles, adolescente y jugadora del Hillside Hight Side School de Durgam (Carolina del Norte), fue obligada a quitarse las cuentas del pelo, si quería seguir jugando el encuentro.

Pyles, de raza negra, decidió que quería seguir participando y tuvo que recurrir a sus compañeros de equipo para que le cortaran el pelo. A pesar de ello, la jugadora ha manifestado su profundo descontento con la decisión de los árbitros.

"Fue humillante. Estoy avergonzada porque me molestan frente a todas estas personas sin ningún motivo. El árbitro me había visto jugar varias veces. Si era una regla tan importante, ¿por qué no se hizo cumplir la primera vez que me vio entrar o salir del campo? Mis compañeros cortaron algunas de las cuentas con algo de pelo para que pudiera jugar", contó Pyles a The News & Observer' tras lo ocurrido en el partido.

Los árbitros advirtieron a la jugadora que no podía jugar con esos accesorios, habituales en los peinados de trenzas, al estar prohibidos por la Federación Nacional de Asociaciones Estatales de Escuelas Secundarias.

Este organismo prohíbe viseras de plástico, cuentas para el pelo o pañuelos. Esta norma ha suscitado el enfado de las escuelas públicas de Durham, que sostienen que se trata de una norma "culturalmente sesgada" en el estado.

La Coalición del Sur por la Justicia Social también se ha sumado a las críticas, calificando lo ocurrido como "un incidente discriminatorio". Por ello, ya han solicitado a la administración pública estatal que erradiquen "todas las formas de prejuicios contra las personas de raza negra en las escuelas".