2009 fue el principio de una nueva vida para Astrid Fina. Después de sufrir un grave accidente de moto, tuvieron que amputarle el pie y su vida cambió por completo.

"Fue muy difícil porque tuve que ir yo al hospital a pedir que me cortaran el pie", afirma la propia Astrid en una entrevista a 'Jugones'.

"Estuve 48 horas en reanimación llorando y les decía: 'me duele, me duele'. Creo que el dolor era en el alma, no me atrevía a mirar hacia abajo y ver que no tenía pie", añade la barcelonesa.

Sin embargo, tal fue su capacidad de resiliencia que, gracias a la ayuda de un amigo, se enroló en el mundo del snowboard y, un año después, ya se encontraba entrenando con el equipo nacional español.

"Apenas andaba bien, iba muy coja y empecé a deslizar en la nieve. Pasé de estar en el hospital a estar en el alto rendimiento", refleja Astrid, que sin haber pisado la nieve aprendió a hacer snow.

En 2018, logró el bronce en los Juegos Paralímpicos de Pyeongchang, y en 2019, se convirtió en la primera medallista española en Pyhä (Finlandia).

Ahora, tras casi una fructífera década dedicada al snow, Astrid Fina ha tomado el camino de la retirada.