Carlos Sainz está de vuelta. Trabajo físico, en la fábrica... y en la pista. El español ha piloto en Fiorano el Ferrari de 2018 en el test que se ha celebrado este jueves.
"Esta mañana el programa que Scuderia Ferrari iba a desarrollar en Fiorano ha cambiado. Mientras esperamos a una actualización de la FIA respecto a las reglas que se aplicarán en 2022 en relación a hacer test con coches antiguos, que establecen los criterios de qué coches se pueden usar en este tipo de test, hemos decidido usar nuestro SF71H de 2018", ha anunciado el equipo.
Aunque en un principio estaba programada que se realizara el test con el SF21, el monoplaza de la temporada pasada, Ferrari ha cambiado los planes por esa "actualización" de la FIA. Su compañero, Charles Leclerc, también ha saltado a la pista esta tarde.
Un test sin tiempos en los que simplemente se espera que el piloto tome el rodaje necesario al volante antes de los test oficiales. Serán en Barcelona y Sakhir, precisamente este último circuito donde arrancará el mundial 2022.
¿Qué espera Ferrari?
Es habitual que durante los inviernos, la mítica escudería italiana se convierta en favorita de cara a la temporada. Así viene pasando durante las últimas décadas. Pero en Maranello son prudentes viendo de dónde vienen las dos últimas temporadas.
Sin poder luchar por el campeonato en 2020 y 2021, Ferrari espera dar un importante giro a partir de marzo. El nuevo reglamento juega a su favor. Porque de primeras las diferencias con los Red Bull y los Mercedes deberían ser menores.
El motor será fundamental. La prensa italiana apunta que la potencia de este curso será muy superior al del pasado. Un arma más que necesaria para estar entre los mejores.
Ferrari no gana un mundial de pilotos desde Kimi Raikkonen 2007. ¿Romperán Sainz o Leclerc esta mala racha? Solo restan dos meses para que se apague el semáforo de la temporada de F1.
La FIFA lo hace oficial
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Triunfa la candidaturaEspaña volverá a organizar un campeonato del mundo de fútbol 48 años después. La FIFA ha ratificado la propuesta, que será la más repartida de la historia con sedes en hasta seis países.