Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, montó un partido de entrenamiento en la ciudad deportiva de Valdebebas en el que sus jugadores deberían estar concentrados para el encuentro que por la noche jugaban en Vigo ante el Celta, encuentro que fue suspendido.
El temporal que azota a Galicia y que dañó parte de la estructura de la grada de Río del estadio municipal de Balaídos, provocó la suspensión de la visita del Real Madrid a Vigo en la vigésima primera jornada de LaLiga Santander. La expedición madridista no llegó ni a desplazarse y Zidane, con el objetivo de que sus jugadores no pierdan ritmo, decidió dedicar la mañana a entrenar y con un plan de trabajo diferente.
Tiró de jugadores canteranos para completar dos equipos y montar un partido de entrenamiento en la ciudad deportiva de Valdebebas. En el campo 3 tras el calentamiento y ejercicios de posesión, se disputó encuentro con dos tiempos, en el que Zidane pidió ritmo de competición a sus jugadores.
Así Álvaro Tejero, el chino Lin, Jaime Seoane, Cristian Cedrés y el griego Nikos Vergos, reforzaron al primer equipo para un partido en el que no participaron el croata Luka Modric ni el colombiano James Rodríguez, que aprovecharon para trabajar en solitario el físico en el interior de las instalaciones y mejorar antes de su reaparición.
Mientras que el defensa Dani Carvajal y el extremo galés Gareth Bale, prosiguieron con sus planes específicos de recuperación de sus lesiones junto a recuperadores.