Ferran marcó, lo intentó y lo volvió a intentar, pero en ocasiones por mucho más que agites el bote, el ketchup no sale. El exjugador de Valencia y Manchester City dio vida al Barça con un trascendental tanto de penalti que puso las tablas en el marcador, pero también erró varias ocasiones que podrían haber supuesto la victoria.

El extremo terminó el partido llorando, y el barcelonismo no dudó en volcarse con su nuevo fichaje. En su editorial en 'Jugones', Josep Pedrerol ha analizado la escena.

"Las lágrimas de Ferran Torres son la imagen del esfuerzo, del sacrificio, de la responsabilidad. No hizo un buen partido. Su emoción demuestra que el Barça le importa. No critiquemos a Ferran Torres por llorar. No le pidamos que se esconda", ha explicado.

"Por suerte los tiempos han cambiado. No pasa nada por mostrar los sentimientos y podemos llorar. Llorar no es signo de debilidad, llorar es signo de compromiso", ha zanjado.