Un total de 200 minutos tardó el FC Barcelona en disparar a puerta en la Champions League. Ni ante el Bayern Munich ni ante el Benfica... sí ante el Dinamo de Kiev.

El primer disparo para el conjunto culé fue de Luuk de Jong, señalado por la afición del Camp Nou (ni 50.000 espectadores en la tarde de este miércoles).

El delantero holandés dispuso de varias ocasiones, pero no encontró el gol. En la más clara, un disparo directo a la escuadra, se encontró con la mano de Bushchan, portero del Dinamo de Kiev.

El ex del Sevilla no remató a portería un cabezazo en el primer palo en el que no tenía ninguna oposición. Ahí llegaron los pitos de la grada. El jugador fue sustituido en el descanso para que entrara Ansu Fati.

El Barça ha afrontado esta tercera jornada de la Champions League como un 'match ball'. Cero puntos en los dos primeros partidos que le complicaban mucho la vida en caso de no llevarse la victoria ante el equipo más débil de este grupo.