Joao Félix está sufriendo los problemas de adaptarse al estilo Simeone en el Atlético. El portugués, jugador de alegría, de ataque y poseedor de una portentosa imaginación, está teniendo una lenta adaptación de rojiblanco al que llegó desde el Benfica, club al que parece que añora.

"Ahora veo lo feliz que era en el Benfica. Algún día volveré para dejar mi huella en el club", comentó en el canal de entrevistas 'Benfica Play'.

El portugués además se sinceró sobre uno de los momentos más duros que vivió en el club de Lisboa: "Dos días antes del 'hat trick ante el Eintracht escuché comentarios en el vestuario que no me dejaban bien. Me fui al baño a llorar. Luego hice tres goles y me liberé".

Además, habló sobre su relación con el Oporto, club que dejó para ir al Benfica: "Marqu´el empate en O Dragao y celebré el gol con arrogancia, mirando sus caras. Fue mi momento. Un hermoso sentimiento, es una pena que no durase más".

De momento, Joao Félix lleva dos goles en LaLiga y una asistencia tras 15 partidos disputados. El portugués, además, se lesionó el tobillo ante el Valencia, lo que le tuvo un buen tiempo en el dique seco. Sin embargo, y a pesar de que ya va sumando más minutos, era y es uno de los cambios preferidos de Simeone.