Diego Costa no es el mismo que el que se fue del Atlético. La pantera se ha quedado sin garras en el área desde que regresó al club rojiblanco, siendo petición expresa de Diego Simeone, y tal es su estado de juego que el argentino ya no le tiene como un fijo en el once inicial. La prueba, el partido ante el Athletic.

Porque el 19 está en el banquillo de inicio, algo impensable en esa mágica temporada 2013-14 cuando todo el fútbol del Atlético pasaba por cómo estuviera de acertado Diego Costa. Y es que nuevamente, y tras volver a jugar con la rojiblanca en enero de 2018, lo cierto es que el depredador que era se ha quedado en tan solo un recuerdo.

Y eso que se las prometían todos muy felices con él, después de ese medio curso en el que su forma física era cuestionable y tras un buen verano en el que se salió en la Supercopa de Europa. A pesar de su buen hacer ante el Real Madrid en dicho partido, el curso fue muy flojo en general tanto en fútbol como en goles, y su autoexpulsión ante el Barcelona fue el 'broche de oro' a una temporada para olvidar.

De nuevo ha pasado lo mismo. En esta ocasión se salió en un amistoso ante el Real Madrid, pero en competición oficial está seco. En Champions, cero. En LaLiga, dos goles... y uno de ellos fue desde el punto de penalti. Tras la suplencia de Morata ante el Bayer Leverkusen, ahora le toca al hispano-brasileño ver el pitido inicial desde el banco.

Con Joao Félix lesionado, Diego Simeone ha preferido 'olvidarse' del doble '9' y del 4-4-2 puro con dos atacantes natos, que tampoco es que esté sirviendo de mucho viendo el escaso bagaje goleador del Atleti, para dar entrada a Ángel Correa.

El argentino tiene sin duda una gran oportunidad para demostrar su valía. En verano, tuvo pie y medio fuera del Atlético cuando el Milan llamó a su puerta. Los italianos y el Atleti no se pusieron de acuerdo, y por fin podrá dejar la banda parar donde más cómodo se siente: por el medio y con libertad.