Por más cosas que pasen en una competición deportiva jamás hay que olvidarse del 'fair play'. De ese juego limpio, de la deportividad. En fútbol sala, en un partido de Liga, vimos el auténtico significado de qué signifca todo esto. Un gesto que, sin duda, es de esos que dan la vuelta al mundo y que deberían ponerse en las escuelas para enseñar valores.
Sucedió en el duelo que jugaban el Futbol Emotion Zaragoza y el Jimbee Cartagena. Francisco Javier Solano tenía toda la portería para él y tan solo debía empujar el cuero para anotar el que habría sido en ese momento el 0-3 del encuentro, pero no lo hizo. No lo hizo porque un compañero estaba en el suelo.
Era su rival en ese momento, pero no por ello dejaba de ser un compañero de profesión. El jugador se llevó por delante al zaragocista Javi Alonso en un choque fortuito. El blanquillo no se levantó, no se pitó falta y la acción continuó. ante eso, Solano pisó la bola y la mandó por la línea de fondo.
El resultado fue el aplauso de todo el pabellón maño. La afición zaragocista reconoció la deportiva acción del jugador visitante con un estruendoso ruido para agradecerle el gesto.
No fue el público el único que reconoció la acción, y es que parte de los jugadores del Zaragoza fueron a darle las gracias por su deportividad.