La carrera de Miralem Pjanic parece ir cuesta abajo y sin frenos. Tras un año prácticamente inédito de la mano de Ronald Koeman en el FC Barcelona, el excentrocampista de la Juventus de Turín recaló en el Besiktas con el objetivo de recuperar su mejor nivel.

A pesar de que su rendimiento con el conjunto turco está siendo aceptable (ha jugado ocho partidos y ha dado cuatro asistencias), su papel en la selección de Bosnia y Herzegovina ha tomado tintes oscuros.

Su seleccionador, Ivaylo Petev, ha decidido expulsarle de la concentración del combinado nacional después de que se difundiesen imágenes de Pjanic fumando cachimba y bebiendo alcohol la noche antes del partido contra Finlandia.

El bosnio disputó 66 minutos en el encuentro y fue abucheado por su bajo nivel en la derrota por 1-3 contra el cuadro finlandés.

Este martes, el jugador propiedad del Barça ni se sentó en el banquillo frente a Ucrania después de que la Federación de Fútbol de Bosnia y Herzegovina anunciara, y luego borrara, su expulsión.

"No debemos olvidar el hecho de que Pjanic ha jugado grandes partidos con la camiseta de la Selección nacional. Su acción, por muy inapropiada que fuera para un jugador de tal reputación o por el patriotismo que deberían sentir todos los que visten la camiseta nacional, debe entenderse como consecuencia de una insuficiente recuperación psicológica", rezaba el mensaje.