A la Juventus de Turín se le acumulan los escándalos. Después de conocerse el positivo en dopaje de Paul Pogba, ahora Leonardo Bonucci ha condenado al cuadro bianconero dejando unas declaraciones que dejan en muy mal lugar tanto a la entidad como al entrenador, Massimiliano Allegri.

Bonucci fue traspasado este mercado estival al Union Berlin alemán, un equipo con poca historia reciente pero que gracias a una gran temporada consiguió la clasificación para Champions League. Aparentemente, el fichaje se llevó a cabo sin ninguna polémica y con la habitual normalidad que conllevan los movimientos en la ventana de fichajes veraniega.

Sin embargo, el ex del Milán ha hablado en una entrevista para 'Sportmediaset' sobre su salida de la 'Vecchia Signora' y ha condenado sin tapujos la actitud del club italiano: "Olía algo en la prensa, hasta que, el 13 de julio, Giuntoli y Manna me comunicaron, viniendo a mi casa, que ya no habría sido parte de la plantilla de la Juventus".

"Que mi presencia habría obstaculizado el crecimiento del equipo... Fue una humillación que sufrí tras más de 500 partidos como bianconero. Aprecié la solidaridad de muchos jugadores, también de los que siguen allí, y de otros clubes. Todos me manifestaron apoyo por el comportamiento irrespetuoso de la Juventus", ha lamentado el jugador.

Bonucci también va a por su ex entrenador, Massimiliano Allegri, y lo acusa de falso: "Leí y escuché cosas no verdaderas, pronunciadas por la Juventus y por su entrenador. Es falso que en octubre y en febrero me comunicaron la voluntad de interrumpir nuestra relación al final de la temporada".

El escándalo Bonucci se une al de Pogbay deja muy tocada a una Juventus que tras una temporada para olvidar, no jugará competiciones europeas después de su exclusión de la Conference League.