El diario L'Equipe saca hoy una encuesta: "¿Es Karim Benzema el mejor atacante francés del momento?", y Francia y sus lectores zanjan el asunto: "Sí", para un 72%. No debería haber muchos más debates sobre el estado de forma del actual máximo goleador de LaLiga... o sí. Porque la realidad es que el astro francés que en los últimos años ha ganado cuatro champions, que es el cuarto máximo goleador de la historia de la Champions (a 8 goles de Raúl) y que suma 157 goles con el Real Madrid en la competición nacional... lleva sin ser internacional cuatro años.

Didier Deschamps lo vetó en octubre de 2015 por el 'Caso Valbuena' y, entre medias, Francia ganó un mundial con Olivier Giroud, Antoine Griezmann y Kylian Mbappé en la ofensiva. Pero la reciente decisión de Frank Lampard de apartar a Giroud del Chelsea y buscarle salida en invierno convierte en un clamor la necesidad de los 'bleus' de repescar a su 'enfant terrible'.

Siempre las mismas preguntas: ¿Por qué Giroud y no Karim? ¿Es mejor Giroud que Karim? ¿Por qué vio Benzema desde su casa a la mejor generación desde Zidane, a su generación, ganar un mundial? Pero mientras no encontrábamos respuesta, al delantero madridista se le caían las champions de los bolsillos, las exhibiciones de las piernas y el fútbol del cerebro. Y la realidad es que el encargado de defender a Francia, y no sin falta de garantías o talento, fue Giroud, que también lo será ahora en los inminentes partidos ante Moldavia y Albania para cerrar la clasificación a la Eurocopa 2020.

Pero el fútbol debe hacer justicia, y quizá ahora, tras cuatro años en el purgatorio, los 81 partidos y 27 goles de Benzema con Francia no sean el final de la estadística, sino solo el punto intermedio, porque como siempre ha dicho y ha demostrado el nueve del Real Madrid, la propia estadística... no le importa ni lo más mínimo. Fútbol y solo fútbol.