Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha confirmado este jueves el arranque de una operación militar rusa en la región ucraniana de Donbás tras reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk. A pesar de que la Unión Europea (UE) ha condenado el "injustificado" ataque, el Kremlin no piensa recular y el estallido de la guerra ya se ha cobrado susprimeros muertos.
De hecho, el conflicto bélico ya está teniendo sus réplicas en el mundo del deporte. Deportistas de élite ucranianos como la tenista Elina Svitolina, el capitán de la selección ucraniana, Oleksandr Zinchenko, o el ganador del Balón de Oro Andriy Shevchenko.
La exnúmero 2 del mundo mostró su dolor en Twitter con un mensaje que rezaba "no puedo..." acompañado de múltiples emojis de tristeza y desolación. Además, en Instagram Svitolina afirmó que su país pertenece a los ucranianos.
"Estoy orgullosa de ser ucraniana. Nos unimos en este momento crucial por el bien de la paz y el futuro de nuestro estado. Gloria a Ucrania. Mi país pertenece a los ucranianos", señaló.
Zinchenko, futbolista del Manchester City, se ha unido al discurso de su compatriota: "Mi país pertenece a los ucranianos y nadie nunca podrá apropiarse de ello".
"No lo vamos a entregar. No puedo quedarme al margen y no hablar de esto. Todo el mundo civilizado está preocupado por la situación en mi país. El país en el que nací y crecí, y del que defiendo sus colores a nivel internacional. Un país que intentamos glorificar y desarrollar. Un país cuyas fronteras deben quedar intactas", añade.
Paralelamente, Shevchenko ha destacado la unidad de su país: "¡Ucrania es mi patria! ¡Siempre he estado orgulloso de mi gente y de mi país! ¡Hemos pasado por muchos momentos difíciles y en los últimos 30 años nos hemos formado como nación! ¡Una nación de ciudadanos sinceros, trabajadores y amantes de la libertad! ¡Este es nuestro activo más importante!".
¿Cómo afecta la guerra al deporte?
El deporte rey tiene una encrucijada que la UEFA debe solventar cuanto antes: la final de la Champions League se disputará el 28 de mayo en la Gazprom Arena de San Petersburgo.
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha pedido al organismo regidor que cambie la sede, lo que afectaría directamente a dirigentes de clubes ingleses como Roman Abramovich (dueño del Chelsea, vigente campeón de la Champions).
Según la 'CNN', fuentes de la UEFA afirman que actuarán contra Rusia "cuando sea debido y si es necesario", poniendo el jaque sobre la final en San Petersburgo.
También en fútbol, pero enfocado al Mundial de Catar de 2022, Polonia y Rusia se deben enfrentar en la repesca en un partido que está previsto que se juegue en Moscú, aunque la federación polaca ya ha pedido que se dispute en una sede neutral.
En baloncesto, este fin de semana se suspendió el partido de clasificación para el Mundial entre la selección ucraniana y España, tal y como anunció la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Paralelamente, el Barcelona de balonmano iba a viajar a Donetsk para jugar el 3 de marzo contra el Motor, pero finalmente, tras el cambio de sede, el encuentro se jugará en Eslovaquia.
En el calendario de Fórmula 1, entre el 23 y 25 de septiembre se debería disputar el Gran Premio de Rusia, con Nikita Mazepin y Haas como grandes anfitriones, aunque desde el 'Gran Circo' aún no pueden asegurar que Sochi vaya a acoger la cita esta temporada.
La incertidumbre también se traslada al voleibol ya que este verano estaba previsto que se celebrase la Copa del Mundo masculina en Rusia.
Una guerra con tintes ególatras, miles de vidas en juego, el mundo con sus ojos puestos en la actividad de ambos países y ni el deporte, la vía de escape y el elemento de unión entre rivales (recuerdo la mítica foto de soldados de ambos bandos de la Gran Guerra haciendo un alto al fuego en Nochebuena para disputar un partido de fútbol), ha podido escaparse.
Considerado "parte activa"
La UCO sostiene que Piqué fue "parte activa" en el contrato de la RFEF de Rubiales con Arabia Saudí para la Supercopa
El contexto Según el informe de la UCO al que ha tenido acceso laSexta, los investigadores atribuyen al exjugador un papel más relevante del que se creía en la adjudicación del contrato de la Supercopa de España.