El Valencia Basket hizo un ejercicio de inteligencia y constancia para derrotar al Unicaja (81-77) en un partido que sirvió de previa a la final de la Eurocup que ambos equipos abrirán en este mismo escenario de la Fuente de San Luis. El conjunto valenciano supo medir mejor sus esfuerzos y en la segunda parte consiguió empezar a rebotar en la canasta de un Unicaja esforzado pero irregular que vio cómo se le escapaba un partido que por momentos pensó que podía ganar.
El conjunto valenciano se hizo con la iniciativa en el arranque del choque gracias al descaro de Joan Sastre y al gran trabajo bajo los aros de Bojan Dubljevic, que ganó el primer asalto de su duelo con Omic. Pero el buen trabajo del Unicaja en el rebote en las dos canastas le permitió no descolgarse. La rotación dio un nuevo aire al equipo visitante, especialmente por la inspiración en el tiro exterior de Oliver Lafayette, que había perdido casi todo su protagonismo en los últimos encuentros y que anotó once puntos en apenas siete minutos (20-26, m.11).
Guillem Vives y Fernando San Emeterio lograron que el Valencia recuperara el paso pero la vuelta de Omic y, sobre todo, el gran trabajo de Alberto Díaz consiguieron que Unicaja pusiera a los locales contra las cuerdas (31-39, m.16). Pero Sam Van Rossom estuvo rápido y con dos triples conectó a su equipo y logró que el choque llegara empatado al descanso (42-43, m.20).
El encuentro siguió igualado en la reanudación pero cuando el Valencia, que no había capturado ningún rebote de ataque en toda la primera parte, empezó a coger rechaces en el aro visitante se hizo con una pequeña ventaja (58-51, m.26). El Unicaja no se vino abajo, principalmente porque el talento de Nedovic le permitió encontrar algún agujero en la buena defensa de los locales y el serbio se inspiró tanto que consiguió darle la vuelta al marcador y crear dudas en el Valencia.
Además, la marcha del escolta con dolores en el pie izquierdo y el descanso de Lafayette dio aire al conjunto local, que vivió mucho más cómodo sin ellos pese al momento de inspiración de Fogg. La gran labor de Dubljevic bajo los tableros tuvo mucho que ver también (79-73, m.38).
Trató Joan Plaza de jugarse su ultima carta jugando sin 'cinco' y no le salió bien porque acabó de desproteger su aro y dos rebotes ofensivos del Valencia le permitieron hacer correr el reloj hasta que al Unicaja ya no le dio tiempo a remontar.