Spencer Dinwiddie es uno de los jugadores de la NBA que dio positivo en los test de coronavirus. El base de los Brooklyn Nets quiere regresar a jugar en el retorno de la competición, pero ha reconocido que el coronavirus ha hecho estragos en su cuerpo.
El jugador de 27 años ha relatado en su perfil en redes sociales cómo ha ido evolucionando la enfermedad en su cuerpo desde que dio positivo, día en el que inmediatamente se puso en cuarentena: "He sido diligente y me he protegido a mí y a las otras personas de la COVID-19 siguiendo todos los protocolos y cuarentenas".
Durante los primeros días convaleciente, Dinwiddie señaló que "no había estado tanto tiempo en la cama desde que me operaron".
"Actualización del día 10: los dolores de cabeza por la congestión nasal cuando me levanto han empezado a disminuir, pero me pasé un poco con la bicicleta. Me mareé y sentí débil. Si consigo una prueba negativa mañana me dejarán volver a la pista el martes", escribió este lunes en redes sociales.
No está del todo claro que pueda acudir a Orlando y ayudar a los Nets en lo que resta de temporada: "Dado que he experimentado síntomas, incluidos fiebre y congestión de pecho, no está claro si podré participar o no en Orlando".