Irish punk y folk celta, pogos y cánticos, los Dropkick, siempre inclasificables, presentaron en Madrid su último disco, 'Signed and Sealed in Blood'. “Let’s go, Murphys!” coreaba La Riviera nada más bajarse del escenario The Mahones, y aún había quien pedía más cuando ya se habían encendido las luces y el bajista se dedicaba a hacerse fotos con su público.
El clásico ‘Foggy Dew' versioneado por Sinead O'Connor y The Chieftains dieron paso a los Murphys que arrancaron con fuerza con 'Out Of Our Heads', uno de los singles de su último disco. También hubo espacio para la música tradicional irlandesa, con versiones de ‘The Wild Rover', ‘The Auld Triangle' y 'Johnny I Hardly Knew Ya'.
Pero el público sabía lo que quería, y lo dio todo con temazos como ‘Rose Tatoo', 'The Warriors Code', o la legendaria ‘I'm Shipping Up to Boston’. Todo un espectáculo.
Para los bises, la banda invitó a los asistentes a acompañarles en el escenario, que se convirtió en un auténtico torbellino de bailes y empujones con 'The Boys Are Back', 'Kiss Me, I'm Shitfaced' o 'Skinhead on the MBTA'.
Como guinda final, una versión de Sham 69: ‘If the kids are united’, con la que el público, resignado, se fue marchando con la esperanza de que los Dropkick no tarden en volver a España, mientras no dejaba de escucharse su grito de guerra: “Let’s go, Murphys!”.