Después de 14 años retirado, Espartaco volvió ayer a los ruedos. Y lo hizo a lo grande. Quienes lo vieron no recuerdan una ovación igual en la Maestranza de Sevilla. Cortó una oreja a cada uno de los dos toros que lidió y salió a hombros por la puerta del Príncipe. Espartaco quiso volver a torear para que le viera su hijo y fue precisamente él, junto al padre del torero, quienes le cortaron definitivamente la coleta.