En los últimos días diversos medios se han hecho eco de un supuesto brote de norovirus en China. Según el diario Global Times, el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) ha confirmado, tras una serie de investigaciones epidemiológicas y pruebas de ácido nucleico, la infección en unos 50 niños en la localidad de Sichuan, al suroeste del país.

El norovirus, a pesar de que se ha tildado como un virus “nuevo” que ha hecho “saltar las alarmas” en China, anda lejos de ser una infección desconocida. La propia CDC explica que aproximadamente uno de cada cinco casos de gastroenteritis aguda en el mundo son provocados por norovirus. Es más, desde el año 2002, dos cepas (GII.4, genogrupo II, genotipo 4) “han causado la mayoría de los brotes de norovirus en el mundo”, escribe la entidad.

Los norovirus ya eran un problema. La Organización Mundial de la Salud apunta que son la primera causa de enfermedades transmitidas por alimentos: “Aproximadamente 200 millones de casos son en niños menores de 5 años, y se estima que causan la muerte de unos 50.000 niños cada año, principalmente en los países en desarrollo”, añade la CDC, que recoge los datos de la OMS.

Uno de los problemas de los norovirus está en que en los últimos años han nacido nuevas cepas diferentes a la mencionada GII.4. La CDC afirma que dichas cepas se conocen como GII.17 y GII.2, y afectan principalmente a los países asiáticos. “Surgen nuevas cepas GII.4 aproximadamente cada 2 a 4 años. Estas cepas nuevas, a veces, llevan a un aumento en la cantidad de brotes de norovirus en todo el mundo”, explica el Centro de Control de Enfermedades.

La mayoría de personas se recupera sin tratamiento

Mayoclinic, una clínica internacional estadounidense especializada en investigación, explica cómo funcionan los norovirus. Según la institución, la infección por esta enfermedad “puede causar cuadros graves de vómitos y diarrea”. También la definen como un virus “altamente contagioso” que se propaga comúnmente a través de alimentos y agua contaminada. No obstante, la entidad también indica que, con una atención adecuada, el recuerdo de la infección no tiene por qué pasar más allá de una gastroenteritis común: “La mayoría de las personas se recupera por completo sin tratamiento”, escriben.

Maria Tereza Pérez Gracia, catedrática de Microbiología en el CEU, explica a laSexta.com algunos de los síntomas de los norovirus y recoge el hilo de la información de las fuentes oficiales: “Los norovirus se conocen desde hace muchos años... Se transmiten a través de alimentos, aguas contaminadas y por personas infectadas que contaminan aguas y alimentos. Sus síntomas son diarrea, vómitos, náuseas, algo de fiebre, espasmos abdominales y malestar general”, afirma la experta.

Pérez apunta que la expansión del virus se agudiza en los lugares donde hay mucha gente junta: “Ha habido brotes en guarderías, residencias y hasta cruceros”, sentencia. Ahora bien, la situación se complica cuando afecta a unos grupos concretos de riesgo. Los bebés y los adultos mayores con alguna enfermedad subyacente son los que más peligro corren ante la infección. La CDC añade que los brotes suelen darse “en los meses más frescos de invierno”. La mitad de los casos en los países del hemisferio norte se producen solo entre diciembre y febrero. Es decir, todos los años hay casos de esta enfermedad.

A la hora de prevenir su infección, Mayoclinic recomienda el correcto lavado de manos y alimentos, el desecho del vómito y del material fecado “con cuidado” o la desinfección de las superficies que podrían haber sido contaminadas. Por su parte, la CDC garantiza que trabaja “con muchos socios globales” con el fin de identificar este tipo de enfermedades y prevenir los brotes.