La medicina permite preservar la fertilidad de las mujeres mayores de 35 años que no tienen hijos pero quieren tenerlos en un futuro. Las circunstancias sociales y vitales no han facilitado que se convirtieran en madres pero ahora podrán hacerlo gracias a la vitrificación de óvulos.

Ana Mayoral es una de las mujeres que ya ha vitrificado sus óvulos y explica por qué decidió hacerlo: “No tengo pareja actualmente, no tenía trabajo cuando lo hice y no era la mejor situación en mi vida para tener un hijo pero sí que quería tenerlo en un futuro”.

Con esta técnica la mujer congela sus propios ovocitos cuando aún son jóvenes y de calidad para utilizarlos tiempo después. Pero hay que hacerlo pronto para guardar los mejores: “A partir de 36, 37 años las tasas de éxito se reducen y ya a los 41 caen drásticamente” cuenta David Agudo, supervisor del laboratorio FIV de IVI Madrid.

La edad será menos problema. Juan Antonio García Velasco, director de la clínica IVI de Madrid cuenta que “es como un seguro de vida, no quieren que la fertilidad cambie y disocian la edad de la fertilidad y con sus propios ovocitos cosa que sería imposible de forma natural”.

En caso de recurrir a esos óvulos el embarazo se conseguiría a través de técnicas de fecundación in vitro.