La multitud de estímulos que reciben los niños que pasan muchas horas frente a tablets o móviles afecta directamente a su cerebro. "Si yo al cerebro de un niño le pongo una tablet desde pequeño, es decir luz, sonido y movimiento, impido que la corteza prefrontal haga una maduración adecuada para poder prestar atención a otras cosas", explica Marian Rojas Estapé, psiquiatra del Intistuto Español de Investigaciones Pediátricas.
La región prefrontal es clave para la atención y la concentración, por lo que un uso abusivo de las nuevas tecnologías puede perjudicar su desarrollo. "Esa zona del cerebro se apaga porque toda la atención del niño está atrapada cuando juega con la tablet. Es este dispositivo el que lleva el ritmo de la atención del niño y no al revés, como podría pasar cuando dibuja", indica el neuropsicólogo Álvaro Bilbao.
En niños con algún trastorno como el TDA, por déficit de atención, un uso impulsivo de estas herramientas puede tener consecuencias negativas. Según José Antonio Portellano, neuropsicólogo y profesor de Psicología de la UCM, "la calidad de atención usada de forma anómala estas tecnologías puede agravarlo".
Pero, además, existen otras consecuencias a largo plazo, como el "fracaso escolar, la depresión, los problemas de comportamiento e, incluso, los problemas cervicales y oftalmológicos", según Álvaro Bilbao.
Sin embargo, la plasticidad neuronal permite modificar y reforzar áreas concretas del cerebro para potenciar la atención y la concentración, como demuestran varios estudios.
"El doctor Pascual León en la Universidad de Harvard estudió qué pasaba en el cerebro de niños que tocaban el piano durante una semana. Les hizo una resonancia magnética antes y después y solo por haber estado tocando el piano una semana, había zonas de su cerebro, como el aparato locomotor de los dedos, que se habían desarrollado", apunta Marian Rojas Estapé.
Para sacar el mayor partido de las nuevas tecnologías sin efectos negativos, dicen los expertos, lo más importante es saber utilizarlas de forma responsable.
Hasta amenazas de muerte
El precio de divulgar ciencia: amenazas, insultos y acoso, un problema que afecta especialmente a las mujeres
Un arma de doble filo Aunque muchos científicos logran acercar el conocimiento al público, cerca del 50% enfrentan insultos, amenazas e intimidaciones. Esta problemática afecta aún más a las mujeres, quienes constituyen el 57% de las principales víctimas de acoso en este ámbito.