El miedo no ha desaparecido: el ciberataque está controlado, pero no desactivado y la Europol teme que este lunes, cuando arranque la semana, aumente el número de víctimas: "Es algo que no habíamos visto antes. El alcance global es sin precedentes" ha asegurado el director de Europol, Rob Wainwright.
Un temor que existe especialmente en el continente asiático, que cuando se lanzó la amenaza, ya había terminado la jornada laboral. Los últimos datos han elevado los países afectados hasta los 150 y a 200.000 los dispositivos bloqueados.
Las pérdidas ya se cuentan por millones. Hasta el momento los hackers han conseguido cobrar más de 20.000 euros para recuperar los datos de los ordenadores encriptados. Unos rescates que se pagan en bitcoins, una cibermoneda difícil de rastrear.
El virus pudo ser detenido gracias a la pericia de un joven británico de 22 años y experto en seguridad informática. Él fue el que se dio cuenta de que el malware infectaba un ordenador cada vez que se intentaba conectar a un dominio, un enlace web no registrado. Él lo registró y cuando el virus se intentó conectar de nuevo dejó de funcionar, se frenó en seco.
Aun así el héroe por accidente explica en su blog que esto no se ha acabado, que los hackers podrían borrar el dominio e intentarlo de nuevo, por eso es muy importante, dice, que todos los sistemas sin parches, sean parcheados lo antes posible.
Hasta amenazas de muerte
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