Los platos y cubiertos no son inofensivos, son muy contaminantes y para Francia son un gran enemigo medioambiental. Por ello han decidido vetarlos y que las vallijas desechables tengan que ser fabricadas con material biodegradable. Algo que en España de momento no se ha planteado poner en marcha.

"España en este tema de luchar contra el plástico estamos de los países de cola, porque no estamos haciendo nada por erradicar un problema que es global ya que todos los océanos del planeta tienen restos de plásticos", comenta Julio Barea, responsable de campaña de Greenpeace en España.

Un claro ejemplo lo vemos en las bolsas, ya que mientras que en países como Francia o Italia se han prohibido, otros como Dinamarca o Finlandia cobran altísimos impuestos a sus distribuidores con lo que las han erradicado hasta el punto de que solo se consumen cuatro bolsas de plástico por persona al año. En España se calcula que son 133, muy lejos de las 40 que quiere conseguir la Unión Europea.

Otro ejemplo de la lucha contra el plástico es Reino Unido, donde se han prohibido los cosméticos que contienen esferas de plástico por el alto daño que estos provocan a los océanos. Por otro lado, Francia ha prohibido los bastoncillos para los oídos fabricados con el mismo material.

Desde la Asociación de Consumidores FACUA creen que España debe hacer más para ganar esta batalla ecológica. "No se está limitando el porcentaje del uso de sustancia que no sean biodegradables en la fabricación de vasos o platos. No nos estamos encontrando con una norma que impida que usemos tantas bolsas de plásticos en supermercado", añade Rubén Sánchez, portavoz de FACUA Consumidores en Acción.

Greenpeace asegura que si seguimos así las toneladas de plástico en nuestros mares pronto superaran a las de peces.