Nuestra basura espacial no para de crecer. Envuelve nuestro planeta sin que nadie haya empezado a limpiarla. Por eso entramos en la primera empresa española que ya estudia la manera de recoger los restos espaciales. En su laboratorio, único en Europa, se reproducen las condiciones del espacio para que un satélite pueda estudiar a otro que ya no sirve para nada.

“El satélite que se acerca para inspeccionar a un trozo de basura espacial está controlado por nuestro sistema de navegación y control que calcula las maniobras para acercarnos lo máximo posible a la basura sin correr el riesgo de chocar contra él” cuenta Pablo Colmenarejo, jefe de división de navegación y control de ‘GMV’.

Con estos sistemas de navegación, en cinco o seis años Europa podría hacer las primeras pruebas de recogida de satélites que han terminado su vida útil o que han sufrido una colisión. Hasta ahora, la ausencia de limpieza espacial era una cuestión económica pero las compañías de seguros podrían cambiar en breve, esta situación.

Los sistemas control que desarrolla GMV desde hace 30 años también se ponen a prueba en un terrario marciano. “Estamos haciendo pruebas de validación de los futuros vehículos espaciales que van a aterrizar en Marte” afirma Miguel Ángel Molina, director de desarrollo espacial de ‘GMV’.

Pero antes, una de las empresas españolas más destacadas del mercado espacial internacional tiene otra gran cita con el proyecto Rosetta. Esta empresa madrileña estará muy pendiente del primer aterrizaje de la historia sobre un cometa.