Ivana Trump (Zelníčková de soltera) murió el jueves 14 de julio a los 73 años. Una checoslovaca —posteriormente checa— que emigró a Estados Unidos y que destacó como atleta, modelo, empresaria, escritora y diseñadora de modas durante su vida, pero el rol por el que más se la conoce es como la otra mitad del primer matrimonio del expresidente Donald Trump. Fue el propio expresidente quien anunció su fallecimiento a través de su nueva red social Truth Social con un mensaje que rezaba: “Me entristece mucho informar a todos aquellos que la amaban, que son muchos, de que Ivana Trump ha fallecido en su casa de Nueva York”.

Antes de su emigración a los Estados Unidos, era una esquiadora y se había mudado con anterioridad a Canadá. Conoció a Donald Trump mientras trabajaba como una modelo exitosa para los Juegos Olímpicos de 1976, se encontraba en el lugar y momento indicado: en una recepción en Nueva York. La boda no se hizo esperar y un año después habían contraído matrimonio en una ceremonia privada. Este matrimonio vio nacer a los tres hijos mayores de Trump: Donald Jr., Ivanka y Eric.

Durante los años en que estuvieron casados, Ivana trabajó de la mano de Trump como directora general de Trump’s Castle, además de involucrarse con Trump Tower, el Trump Taj Mahal Casino y el hotel Grand Hyatt en Nueva York como vicepresidenta diseñadora de interiores: ella es la responsable de escoger el mármol rosado que decora los pisos y paredes de Trump Tower, así como la cascada de 18 metros que se encuentra en el atrio. Su trabajo no se lo dio Trump para acallar a una esposa, sino que Ivana sabía manejar las finanzas, en una entrevista para Vanity Fair en 1988, Ivana aseguró que Donald Trump le llamaba “su gemela” en los negocios.

Sin embargo, y como es de suponer, el matrimonio no fue un éxito, y así como las cuentas económicas fallaban para Trump, también lo hizo su matrimonio. Se divorciaron rápidamente en 1990 después de que se difundiera en los medios de comunicación la infidelidad de Trump con Marla Maples, una “amiga” desde hacía mucho tiempo y la que se convertiría en su segunda esposa. A pesar del fracaso matrimonial, Ivana pudo obtener la custodia de sus hijos, además de embolsarse 14 millones de dólares tras el divorcio. Aunque esta suma pudo haber sido mayor de no ser porque Donald Trump se encontraba al borde de la bancarrota.

Tras esta debacle en su vida familiar, Ivana continuó invirtiendo en bienes raíces y comenzó un nuevo emprendimiento con Ivana Haute Couture, su propia línea de diseño y cosméticos de diseño. No conforme con esto, también se aventuró como escritora y es autora de: ‘For Love Alone’, ‘Free to Love’ y un libro de autoayuda titulado The Best Is Yet to Come: Coping with Divorce and Enjoying Life Again (Lo mejor está por venir: Lidiando con el divorcio y disfrutando de la vida de nuevo). Además de ser columnista para la revista ‘Globe’ con una sección llamada ‘Ask Ivana’ desde 1995 hasta el 2010.

Una vida llena de glamour, drama y tanto éxitos como fracasos amorosos ha llegado a su fin. Su familia expresa que “era una mujer increíble: una fuerza en los negocios, una atleta de clase mundial, una belleza radiante y una madre y amiga cariñosa. Ivana Trump fue una sobreviviente. Huyó del comunismo y abrazó a este país”. La causa de su muerte permanece sin confirmar, pero The New York Times informó que, de acuerdo con fuentes en la policía de Nueva York, investigan si pudo haberse caído de las escaleras. Además, no hay señales de entrada forzada a la vivienda y todo parece indicar que fue una muerte accidental.