La amaxofobia y otros miedos que generan los coches que no son tan conocidos

El miedo es una emoción muy común en las personas. Existen temores que a una edad como la infancia son muy comunes, aunque conforme se va creciendo, estos desaparecen paulatinamente, por lo que no requieren ningún tratamiento específico. Esta reacción natural se trata de una experiencia adaptativa provocada por situaciones u objetos que suponen un peligro real.

Cuando este miedo se da ante circunstancias o elementos que no implican un peligro real ni tampoco es evolutivo, entonces nos encontramos ante una emoción que ya no es adaptativo y es lo que se conoce como fobia. Esta ansiedad severa se manifiesta en el individuo mediante síntomas físicos, como la sudoración o la respiración anormal; psicológicos, como pensamientos distorsionados; o síntomas conductuales, como evitar la situación.

Es muy probable que conozcas a alguien que tenga pánico a conducir. Esta situación es mucho más común de lo que podemos imaginar y la fobia relacionada con el coche es una de las más conocidas. Sin embargo, no es la única que aparece a la hora de ponerse a los mandos de un volante. Hay algunos miedos y fobias de los que quizás ni siquiera has oído hablar y que pueden convertir un viaje en una auténtica pesadilla para quienes los padecen. ¿Quieres saber si los conoces?

Todos los miedos y fobias que pueden surgir en el coche

• Amaxofobia: la amaxofobia es el miedo a conducir, y, como hemos mencionado anteriormente, es muy probable que conozcas a alguien que lo sufre, puesto que este trastorno de ansiedad afecta a más del 30% de conductores. Generalmente, este problema aparece después de haber sufrido alguna situación traumática como es el caso de un accidente de tráfico.

• Gefirofobia: aunque de primeras suene extraño, existe gente que sufre verdadero pánico a atravesar puentes o túneles, algo que complica bastante el viajar en coche. Quienes sufren esta enfermedad padecen de ansiedad únicamente al pensar que no van a poder salir cuando lo decidan.

• Agirofobia: las fobias relacionadas con el mundo del motor no afectan única y exclusivamente a quienes están en el interior del vehículo. También los peatones pueden sufrirlas, tal y como ocurre en esta situación. La agirofobia es el miedo irracional a cruzar la calle por miedo a ser atropellados. Para estas personas, el hecho de pensar pasar por un paso de peatones les aterroriza.

• Distiquifobia: pese a que esta fobia no se encuentra reconocida como tal por la comunidad médica, hay quien habla de ella como el miedo a sufrir un accidente de tráfico. Evidentemente, nadie quiere experimentar la sensación de tener un accidente de tráfico, aunque estas en el caso de estas personas la situación va más allá, puesto que al viajar en coche el miedo se apodera de ellos.

• Acrofobia: si bien esta fobia no se trata exclusivamente de un miedo que se manifieste en el coche, esta puede afectar a quienes la sufren mientras se encuentran conduciendo o simplemente viajando como pasajeros. Las situaciones más comunes en las que estos temores pueden aparecer son al atravesar bordes de barrancos o carreteras montañosas.

• Motorfobia: suena extraño pero la fobia a los vehículos de motor (motos, coches, furgonetas, etc.) existe. Este miedo supone que las personas que lo padecen evitan a toda costa tener que viajar en uno de estos transportes.

• Hodofobia: de nuevo, esta fobia no se reconoce en la comunidad científica, pero existe. Hay personas que hablan de hodofobia como el miedo o fobia a viajar en carretera. La sensación de agobio y ansiedad acapararán los pensamientos de todas las personas que lo padezcan mientras viajan por autovías, autopistas o carreteras.

La conectividad bien utilizada que nos salva de tener un accidente

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