Charles Leclerc repite pole en la clasificación loca del GP de Azerbaiyán

Parecía una estratagema, una forma de no mostrar su ritmo inicialmente, pero cuando los Mercedes-AMG F1 no conseguían meterse entre los 10 primeros en ninguna sesión de entrenamientos libres y únicamente en FP3, Lewis Hamilton escalaba hasta la tercera posición gracias a un prodigioso debut que ayudaba al británico a llegar a la velocidad punta en la larguísima recta de meta del circuito urbano de Bakú. ¿Iba a seguir el Gran Premio de Azerbaiyán el camino de Mónaco? Todo parecía indicar que sí.

Aun así, la clasificación estaría repleta de sorpresas, comenzando por una tempranera bandera roja provocada por el accidente de Antonio Giovinazzi, la cual estaría seguida posteriormente también por la colisión de Lance Stroll. Las protecciones de la curva 15 parecían un imán para los monoplazas y nos quedábamos muy pronto sin dos de los contendientes a pasar a la Q2. Con dos pilotos accidentados, no había demasiadas alteraciones respecto a las apuestas previas, con las eliminaciones de Nicholas Latifi y la de los dos HAAS, encabezados de nuevo por Mick Schumacher.

El gran beneficiado sería sin duda George Russell, el cual conseguía un billete para entrar en la siguiente fase de la clasificación después de que el equipo Williams tuviera tiempo para terminar de reparar su monoplaza después de que en los terceros entrenamientos libres tuviera un problema con el motor. El británico no llegaría mucho más lejos, siendo 15º de la clasificación, pero parecía todo un milagro después de una sesión que estuvo de nuevo marcada por los sustos… hasta que aparecía el McLaren de Daniel Ricciardo contra el muro, siendo el tercer parón de esta accidentada clasificación en el trazado azerbaiyano.

Las sospechas desde Mercedes se confirmaban, con Valtteri Bottas sufriendo mucho para entrar en la definitiva Q3, realizando el noveno mejor tiempo que apenas le permitía superar a Fernando Alonso. Algo mejor se encontraba Lewis Hamilton, pasando tercero tras el registro realizado por los Red Bull, con Max Verstappen en la primera plaza provisional y Checo Pérez en la segunda, mientras que los Ferrari parecían estar en disposición de pelear con AlphaTauri por ser el tercer mejor equipo ante una McLaren que se quedaba con un único monoplaza tras el accidente de Ricciardo. Además del australiano y Russel, Sebastian Vettel. Esteban Ocon y Kimi Räikkönen completaban la lista de pilotos que no superaban el corte.

Quedaban los últimos 10 minutos y se estaba a punto de disputar una de las pole position más reñidas de la temporada en la que es una de las pistas más largas de todo el calendario. Tal y como sucediera en Portugal, Mónaco y Barcelona, el primer intento sería clave, con Charles Leclerc aprovechándose de la aspiración de Lewis Hamilton para cerrar un tiempo que lo colocaba en lo más alto de la clasificación, lugar del que nadie le conseguiría desbancar por segundo fin de semana consecutivo después de que el monegasco también consiguiera la pole en su Gran Premio de casa.

Había todavía la opción de una segunda intentona, pero el accidente de Yuki Tsunoda, al que se sumaba el golpe de Carlos Sainz contra las protecciones para evitar al japonés, terminarían por decidir la parrilla para mañana. El madrileño ya no tendría opción de mejorar su quinta plaza de salida al dañar el alerón, algo similar a lo que pasaba con el resto ya que el AlphaTauri de Tsunoda se había quedado en mitad de la pista. Leclerc lograba su novena pole, Hamilton salvaba los muebles en detrimento de un Bottas que únicamente podía ser décimo al no contar con el apoyo de ningún rebufo por delante. La segunda línea de parrilla sería para dos excompañeros en Red Bull, Max Verstappen y Carlos Sainz, mientras que Fernando Alonso iba a ser noveno tras Lando Norris, Checo y el propio Tsunoda.