El consumo excesivo de azúcar se ha convertido en una preocupación importante para la salud en todo el mundo. El azúcar añadido en alimentos procesados y bebidas puede tener consecuencias negativas para nuestro bienestar. En este artículo, veremos algunas de las consecuencias del exceso de consumo de azúcar e intentaré proporcionar algunas estrategias del día a día para reducir gradualmente nuestro umbral del dulzor y llevar una vida más saludable.

Consecuencias del exceso de consumo de azúcar:

  • Aumento de peso y obesidad: el azúcar añadido es una fuente de calorías vacías, lo que significa que no aporta nutrientes esenciales a nuestro cuerpo. Puede contribuir al aumento de peso y a la obesidad, ya que las calorías adicionales se almacenan como grasa en el cuerpo.
  • Diabetes tipo 2: el consumo excesivo de azúcar puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El azúcar en la sangre se eleva rápidamente después de consumir alimentos y bebidas azucaradas, lo que puede llevar a una resistencia a la insulina y, finalmente, a la diabetes.
  • Enfermedades del corazón: con un consumo excesivo podemos aumentar los niveles de triglicéridos y colesterol en la sangre, lo que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
  • Caries dental: el azúcar es un alimento para las bacterias presentes en nuestra boca. El consumo excesivo de azúcar puede aumentar el riesgo de desarrollar caries dental y enfermedades de las encías.
  • Dependencia del azúcar: el consumo regular de azúcar en exceso ( 25gr) puede crear una dependencia y un deseo constante de alimentos y bebidas dulces. Esto puede dificultar la capacidad de controlar el consumo de azúcar y llevar a una dieta poco saludable.

Para combatir todo esto y lógicamente, no tenga ningún impacto en nuestra salud, debemos bajar gradualmente nuestro umbral del dulzor que no es otra cosa que ir bajando la tolerancia al dulce para que nuestro cuerpo nos vaya pidiendo cada vez menos. Ojo, no se recomienda hacerlo de un día a otro, sino poco a poco.

  • Leer las etiquetas de los alimentos: al leer las etiquetas de los alimentos, podemos identificar los productos que contienen altas cantidades de azúcar añadido. Optar por alimentos con menos azúcar o buscar alternativas más saludables puede ser un primer paso para reducir nuestro consumo.
  • Evitar bebidas azucaradas: las bebidas azucaradas, como los refrescos y los jugos de frutas, son una fuente importante de azúcar en nuestra dieta. Optar por agua, infusiones o bebidas sin azúcar puede ayudarnos a reducir significativamente nuestro consumo diario.
  • Cocinar en casa: preparar nuestras comidas en casa nos permite tener un mayor control sobre los ingredientes que utilizamos. Podemos reducir gradualmente la cantidad de azúcar que añadimos a nuestras recetas, experimentando con alternativas más saludables como las hojas de estevia.
  • Elegir alimentos naturales y frescos: los alimentos procesados suelen contener esos azúcares añadidos de los que queremos apartarnos. Optar por alimentos naturales y frescos, como frutas, verduras, carnes magras y granos enteros, puede ayudarnos a reducir nuestro consumo de azúcar y obtener nutrientes esenciales para nuestro cuerpo.
  • Moderar el consumo de postres y dulces:moderar no es eliminar, es consumirlos de manera muy ocasional. Los postres y dulces suelen ser una fuente importante de azúcar en nuestra dieta. En lugar de eliminarlos por completo, podemos optar por versiones más saludables y moderar su consumo. Por ejemplo, podemos optar por frutas frescas o yogur natural con frutas en lugar de helados o pasteles cargados de azúcar.
  • Gradualmente reducir el azúcar en el café y el té: si somos amantes del café o el té endulzados, podemos comenzar con media cucharadita menos de azúcar cada vez, esto puede ayudarnos a acostumbrarnos a un sabor menos dulce.

El exceso de consumo de azúcar puede tener consecuencias negativas para nuestra salud, pero reducir nuestro umbral del dulzor no tiene que ser un proceso drástico. Con pequeños cambios en nuestra alimentación diaria, como leer las etiquetas de los alimentos, evitar bebidas azucaradas, cocinar en casa y moderar el consumo de postres y dulces, podemos reducir gradualmente nuestro consumo de azúcar y llevar una vida más saludable. Recuerda que cada pequeño paso cuenta y que el objetivo es encontrar un equilibrio que funcione para ti y tu bienestar a largo plazo.