Pedro Sánchez también vuelve a las aulas. Y lo hace con un objetivo claro: aprobar los presupuestos generales para 2021. Cumplir con esta tarea no es sencillo y en Moncloa lo saben. Los presupuestos de Cristóbal Montoro no dan más de sí y mucho menos en estos tiempos de crisis postconfinamiento.

El Partido Popular está en el no. No quieren ni oír hablar de negociar las cuentas con el Gobierno de coalición si Unidas Podemos y su líder Pablo Iglesias siguen en él. Y eso que desde Génova se habla de una profunda crisis económica y social que urge atajar. Pero aseguran que no van a arrimar el hombro con un Gobierno socialista y comunista en Moncloa. Los ochenta y ocho diputados del PP harían fácil la aprobación de la ley más importante de una legislatura.

Si Sánchez consiguiera sacar adelante los presupuestos, serían los primeros que aprobaría como Presidente del Gobierno.

Yolanda Díaz, en las últimas horas, ha reconocido que Ciudadanos debe estar también en la negociación de las cuentas dada la excepcionalidad y la gravedad del momento. Es la primera persona de Unidas Podemos que habla en estos términos. Hasta ahora el discurso que llegaba de la formación morada sobre un posible pacto con Arrimadas estaba plagado de escepticismo.

Lo cierto es que cuantos más apoyos, mejor y el Gobierno hace tiempo que decidió priorizar al partido naranja por encima de ERC. Los independentistas catalanes siguen en su competición con Junts per Catalunya y todos sus movimientos hay que analizarlos en una lógica electoral. Un laberinto demasiado complicado para el Gobierno.

En su objetivo por conseguir el mayor número de apoyos posibles, incluso en un intento por convencer al PP de que se arrime a las negociaciones, Sánchez ha preparado un acto público para el lunes cargado de intención. Es su particular arranque de curso político. Se trata de una conferencia con empresarios y la sociedad civil en la que reclamará unidad para afrontar los retos más inmediatos de nuestro país. El título del encuentro es: "España puede. Recuperación, transformación, resiliencia".

Sánchez busca una foto con los gigantes del Ibex 35 para presionar al máximo al Partido Popular a 48 horas del encuentro con Casado en Moncloa. También el mismo día, el miércoles, se verá con Inés Arrimadas. El jueves el turno será para los portavoces del PNV y de ERC. El hecho de recibir en Moncloa a Gabriel Rufián es, sin duda, un gesto para su socio de coalición. Un mensaje para Iglesias de que está dispuesto a hablar con Arrimadas pero también con ERC. Otra cosa son las condiciones que los independentistas catalanes pongan encima de la mesa, pero el contacto se producirá.

Los presupuestos deberían entrar en el Congreso antes de que comience el mes de octubre. Apenas un mes para encarrilar el examen más difícil del Gobierno de coalición en todo el curso político.