La comisión de investigación sobre el uso de fondos reservados del PP de Rajoy para espiar al extesorero Luis Bárcenas y sustraerle documentación sensible y comprometedora para el PP, comenzará en el Congreso en las próximas semanas. Todos los partidos están haciendo ya públicos sus planes de trabajo y, por tanto, enseñando sus cartas sobre cómo quieren que se desarrolle la Comisión que durará tres meses.

La sorpresa en las últimas horas la ha dado Enrique Santiago, diputado de Unidas Podemos y Vicepresidente de la Comisión. Ha desvelado que él no es partidario de que el excomisario, José Manuel Villarejo, comparezca en sede parlamentaria: "es mi criterio", ha asegurado. Cierto, es su criterio y hoy lo ha defendido sin estrecheces. Sin importarle que la línea de Unidas Podemos es otra bien diferente.

El diputado se desmarca con esta opinión de su propio partido que siempre había defendido que escuchar a Villarejo, actualmente en prisión provisional acusado de los presuntos delitos de organización criminal, cohecho, descubrimiento y revelación de secretos, blanqueo y falsedad documental, era esencial para los trabajos de la investigación parlamentaria: "sí que tiene que venir", aseguró tajante el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, en noviembre de 2020.

Lo curioso también es que Enrique Santiago, Secretario General del Partido Comunista, se posiciona en este asunto, y de manera unilateral, al lado de los socialistas asumiendo la tesis de que Villarejo "es una persona que miente tanto que no merece la pena que venga a intoxicar". Casi las mismas palabras con las que el PSOE defiende "que oculta información, que no colabora con la Justicia" y se preguntan: "¿A qué va a venir aquí?".

Desde el PSOE aseguran que han meditado mucho su decisión de bloquear la presencia del excomisario. Lo han estudiado en el seno del grupo parlamentario pero también en el Gobierno y han concluido que "no es necesario escucharle para esclarecer los hechos" y comparten la opinión con Enrique Santiago de que "se pueden reconstruir los hechos con el testimonio de otras muchas personas".

La sensación es que las palabras de Enrique Santiago han generado sorpresa incluso dentro de su propio partido, porque desde la formación morada se han apresurado a recalcar que no hay nada decidido y que valorarán si hay que incluir o no a Villarejo en la lista de comparecientes.

Al margen de lo que haga finalmente Unidas Podemos, el excomisario Villarejo se librará de dar explicaciones en la Cámara baja porque el Partido Popular también cree que no debe acudir y los de Casado unirán sus votos al PSOE para evitar su presencia. Ambos tienen la mayoría necesaria para frenarlo.

Otros partidos, sin embargo, sí apuestan por la presencia del excomisario debido a su papel principal en la trama. Así lo solicitarán, por ejemplo, Cs, Vox o Bildu.

El Partido Popular, por cierto, ha pedido que la comisión que investigará el uso ilícito de dinero público cuando su partido gobernaba con Rajoy como presidente, se celebre después de las elecciones catalanas. Acusan al PSOE de querer intervenir en la elección del nuevo presidente de la Generalitat poniendo la Comisión al servicio de sus intereses. El PP también ha pedido que todos los comparecientes que están siendo investigados por la Audiencia Nacional comparezcan a puerta cerrada, sin cámaras, para preservar, dicen, su presunción de inocencia. Eso incluiría, por ejemplo, al exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. El PP busca proteger a los suyos y peleará también para que Rajoy no tenga que regresar por unas horas al Congreso a contestar las preguntas de sus Señorías.

El PSOE no ha decidido aún qué hará con respecto al expresidente del Gobierno. Lo pensarán después de escuchar a los primeros comparecientes. Preparen sus oídos porque lo que escucharemos en la Comisión durante los próximos meses será uno de esos episodios bochornosos de nuestra historia: el uso de dinero público y de efectivos policiales para defender los intereses del partido que gobierna. Normal que al PP le parezca que el simple hecho de que la comisión se celebre les pueda hacer perder votos. No es para menos.