Contexto:
16 de noviembre.
Ministerio de Igualdad.
Alcalá, 37.
Madrid. 10:30 de la mañana.
Segunda sesión de la Mesa Asesora para los Cuidados. Más de 50 Asociaciones allí presentes para compartir ideas sobre cómo debe ser la futura Ley de Familias.
Pensamiento:
Me he levantado afónica porque esto debe ser una señal de que hoy es mejor que no intervenga. Total, ¿de verdad va a servir para algo?
Realidad:
No puedo evitarlo. Llevo semanas sintiéndome así, frustrada, alejada mentalmente, que no de verdad, del activismo político. Porque el hecho de que se aprueben unos Presupuestos y no entren medidas clave como la ampliación de los permisos de maternidad duele. Y no porque esa sea la fórmula secreta de la conciliación. ¡Ojala fuera tan fácil! Sino porque esa medida tenía consenso político antes de presentarse. Pero es que demasiadas veces pasa esto en la política absurda que vivimos en este país. Una idea es buena, muy buena, hasta que un partido la presenta. Justo en ese momento ya deja de ser tan buena para el resto de partidos porque claro lleva el color del otro partido, ¿no? Y entonces... no entra en Presupuestos. Esta vez no pudo ser. ¡Lo volveremos a intentar!
Necesitamos respuestas YA. Nos hemos cansado de esperar. De "no es el momento", "no hay presupuesto"... Aún recuerdo como si fuera ayer cuando Maroto me dijo en una sesión en Génova que lo de los permisos igualitarios e intransferibles era una locura porque "no hay presupuesto para eso Laura ni economía que lo pueda soportar en estos momentos". Cambió la legislatura y entonces sí hubo presupuesto.
No hay recursos suficientes para ampliar unos permisos de maternidad, que llevan congelados 30 años ni hay intención política real para garantizar la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años a todas las familias. Y yo me pregunto: si no hay presupuesto para estas medidas que llevan en la mesa años y a las que se han comprometido, ¿de qué Ley de Familias estamos hablando? Porque sin conciliación NO hay familias. Sin familias, ¿de qué estamos hablando?
La Mesa Asesora para los cuidados fue un soplo de aire fresco. Después de un año y medio de dura pandemia, sufriendo el retraso en materia de igualdad que supone que miles de mujeres hayan tenido que abandonar sus trabajos para poder cuidar, la esperanza llamaba a mi puerta. Y yo me sentía y me siento agradecida porque se pongan en marcha mecanismos en los que la ciudadanía esté representada. Nuestra voz tiene que estar, ¿cómo vamos a dignificar los cuidados o hacer un anteproyecto de Ley de Familias sin las familias? Eso pienso y seguiré pensando. Pero, ¿realmente nuestra voz cuenta? ¿Realmente nuestras aportaciones se tendrán en cuenta o simplemente firmaremos el compromiso de un libro blanco ya escrito que va a marcar una ruta ya decidida?
Y en estas preguntas retóricas estaba, mientras me preparaba para dar mi voz (casi afónica) en la ronda de intervenciones cuando me llega un whatsapp con una noticia cuyo titular dice así:
"Pablo Casado eliminará el Ministerio de Igualdad en cuanto llegue al Gobierno".
Fenomenal. Eso es lo que necesitamos. Di que sí. Que se eliminen los avances que hemos dado. Porque todo lo que huela al partido contrario no vale, gobierne quien gobierne. Y en este sinrazón continuo cómo creerte que realmente importamos las mujeres en este país, cómo pensar que la igualdad solo tardará 136 años en llegar con semejante cartel. Pero, ¿qué vamos a esperar de unos y de otros? Los del partido dirán que es para ahorrar costes, que tantas carteras no son necesarias. Pero ¿somos conscientes de que la igualdad no existe?
Igualdad, qué bonito nombre tienes.
Igualdad, seguiremos luchando por ti.
Igualdad, eres mucho más que un Ministerio.
Porque la igualdad debería ser eje de todas las políticas.
Mientras eso llega, desde aquí mi homenaje a todas las mujeres que sufrimos a diario cualquier tipo de violencia, por el simple hecho de ser mujer.
No dejemos que nos engañen y nos hagan creer que la igualdad está superada porque es un espejismo y no una realidad. Con los datos en la mano y la voz silenciada, pero siempre luchando y JUNTAS. Porque, no lo olvidemos, juntas somos más fuertes.
Hoy, 25N también.