¿Tu hijo ha cumplido ya los dos años? Pues ha llegado el momento de decirle adiós al chupete.
Pero vayamos por partes.
¿Cuáles son los beneficios del chupete?
El chupete les relaja, les consuela, les calma y les ayuda a conciliar el sueño.
¿Podemos usarlo sin miedo?
Claro que podemos. El único secreto es saber cuándo empezar y cuándo retirar.
Si tu bebé no toma lactancia materna puedes empezar a usarlo desde el primer día.
Si le estás dando pecho, recomendamos no introducirlo hasta que la lactancia esté bien establecida y esto suele ocurrir entre la segunda y la tercera semana de vida. Es decir, cuando el bebé se enganche perfectamente al pecho y la mamá no tenga ni dolor, ni grietas, ni sensación de que mama poco o mal. De este modo no correremos el riesgo de que el bebé “confunda” la tetina del biberón con el pezón de mamá lo que puede interferir con la lactancia materna ya que la forma que tiene el niño de succionar el biberón no se parece a la forma en la que dispone boca y lengua para mamar.
Además, recordemos que la succión del chupete es un factor protector del síndrome de muerte súbita del lactante. Así que ¡adelante!
Ten en cuenta que en ocasiones los bebés muy pequeños lo rechazan debido al reflejo de extrusión, no te desanimes, es normal. Insiste cada día un poquito y la mayoría de los niños terminarán por aceptarlo.
Nuestro bebé se criará felizmente con su chupete hasta que llegan los 18-20 meses en los que tu pediatra comenzará a avisarte de empezar a elegir el momento para retirarlo. A casi todos los padres les pilla por sorpresa la noticia.
¿Ya? Pero si es muy pequeñito aún– me dicen muchos padres.
Parece que todos están mentalizados a retirar el pañal cuando cumplen los dos años, incluso algún atrevido empieza antes, sin embargo, a la hora de abandonar el chupete, nos cuesta mucho más. Quizá porque es el último vestigio de bebé y una vez abandonado, ya no volverá a ser el mismo. Ya será un niño MAYOR.
Así que lo primero que tenemos que preguntarnos es… ¿quién está más enganchado al chupete, el niño o los papás que se lo ponen ante los amagos de llanto, rabieta, sueño o disconfort?
El chupete tiene grandes beneficios, pero a pesar de ello, no se puede utilizar para siempre, y en ningún caso, prolongarlo más allá de los 2 años o asumiremos el riesgo de deformaciones permanentes de paladar y dentición.
¿Qué podemos hacer?
Cabe decir que los niños se mueven por experiencias, no por teorías. De nada sirve que le expliquemos a nuestro hijo que una vez retirado el chupete no lo va a volver a ver más porque ni siquiera él sabrá la avalancha de emociones que tendrá cuando compruebe por él mismo que no se lo das: rabia, enfado, frustración.
Así que tendremos que mostrarle de forma muy visual, serena y empática que, le diremos adiós al chupete y este no volverá.
- Inicialmente ve preparándole: habla con él y dile que ya es mayor. Que los niños mayores no usan chupete, ni duermen en cuna. Los niños mayores duermen en cama y “hacen cosas de mayores”.
- Dibuja con él un calendario bonito y señala una fecha con un círculo rojo, dentro de una semana, por ejemplo. Cuando paséis por delante del calendario recuérdale que ese día dejará de usar chupete.
- Los Reyes Magos están a punto de llegar ¿y si hacemos un intercambio?
-Cariño, vamos a colgar todos los chupetes en el árbol para que, cuando vengan los Reyes y dejen los regalitos, se lleve los chupetes para todos los bebés que no tienen… ¿Te parece, amor?
Y este mensaje se lo repetiremos cada día durante varios días para que poco a poco lo vaya asimilando. Cuando llegue el día señalado colgaremos con él todos los chupetes, mostrándole lo bonito que es poder ayudar a los demás y lo generoso que es al ofrecerle sus chupetes a los bebés que no tienen…
A la mañana siguiente los chupetes ya no estarán y así se lo diremos. Podemos dejar una cartita de los Reyes con un “GRACIAS” y se la leeremos a nuestro hijo. Aunque creáis que no entienden, ellos entienden y sobre todo, recuerdan.
En ese momento, no le dará mayor importancia porque estarán entusiasmados con los regalos pero cuando llegue la noche, te pedirá el chupete. Y ahí es donde tenemos que recordarle con todo el amor del que seamos capaces que los Reyes Magos se han llevado el chupete para los bebés pequeñitos.
Los niños lo que llevan francamente mal es no encontrar una explicación a su desaparición. Pero explicarles una vez más lo que ha pasado les ayudará en su “pena” por no tener su chupete. Lo entenderán, incluso los habrá que digan en su lenguaje: “tete, reyes, bebé…” Y ahí estaremos nosotros dándoles las gracias una vez más por haber regalado sus chupetes a los bebés pequeñitos que no tenían.
Serán unas noches un poco peores, unas pocas, como os explico en detalle en 'El Gran libro de Lucía mi pediatra' pero la inmensa mayoría de los padres que retiran el chupete a estas edades (en torno a los 18-24 meses) me dicen en consulta:
- Pensábamos que lo iba a llevar mucho peor. A la tercera noche ni se acordaba. Estamos encantados.
Así que mucho ánimo a todos y feliz noche… la noche más mágica del año, y eso, no hay quien nos lo quite.