Hoy se ha debatido en el Congreso de los Diputados la reforma del reglamento para que los escuadristas con credenciales puedan ser expulsados en caso de que incumplan un mínimo cívico exigible a cualquier ciudadano educado en una sociedad racional. Ese es uno de los problemas fundamentales de esta gente, son bárbaros que se creen comunicadores por llevar un móvil y ponerle un parabrisas y no son capaces de respetar los preceptos más básicos para tener algo de visibilidad. Solo imaginar a un personaje como Vito Quiles teniendo que trabajar para sacar una información que no acabe con el tipo en el juzgado por difamar da buena muestra de cuál es su modelo de negocio y lo que pasaría si se le impide cumplir un reglamento básico.

Vito Quiles, Bertrand Ndongo, Javier Negre y demás morralla no son periodistas, son activistas ultras que reciben fondos de la derecha y la ultraderecha para acosar y ejercer violencia política contra toda persona de izquierdas que tiene una mínima relevancia pública. Los periodistas en bloque, de medios conservadores y progresistas, nos hemos opuesto de manera frontal contra estos personajes a los que ni siquiera defienden, esos los que menos, los que han compartido redacción con algunos de estos personajes. Pregunten a cualquier compañero de El Mundo sobre Javier Negre y que le digan lo que piensan sobre el recurrentemente condenado por incumplir los preceptos deontológicos básicos. Llevar un teléfono y dedicarte a acosar a alguien en las puertas de una institución no te convierte en periodista ni aunque hayas estudiado periodismo, pero sobre todo deja la puerta abierta para que cualquier tipo violento use un micrófono como excusa para acercarse a un enemigo político y tenerlo a tiro para acosarlo o algo más grave. No hace mucho tiempo tuve que soportar cómo unos nazis de Núcleo Nacional me esperaron a la puerta de un juzgado haciéndose pasar por periodistas solo por llevar un móvil grabando para poner en riesgo mi seguridad cuando dejaron de grabar. Porque lo grave no es lo que muestran, sino lo que pasa cuando dejan de grabar.

La necesidad de unas normas de comportamiento y civismo son imperativas para el funcionamiento de cualquier institución y profesión y solo los que tienen mucho que ocultar con su comportamiento pueden negarse a que eso se lleve a cabo. El artículo 98 del reglamento en el Congreso pasa a tener unas consideraciones de actuaciones muy graves que pueden llevar a la retirada de la acreditación. Eso que algunos llaman un ataque a la libertad de prensa consiste en lo siguiente. Todos los periodistas con acreditación en el Congreso tenemos que no incluir información falsa en la solicitud de la credencial, es decir, no mentir para que parezca que eres algo que no eres. Los periodistas tendremos que evitar faltas de respeto a las personas que están en el Congreso y en sus instalaciones. Los periodistas con acreditación no deberemos atentar con el honor de y la dignidad de otras personas. Los periodistas no podremos usar sistemas de grabaciones ocultos para grabar imágenes no permitidas en despachos y espacios exclusivos de los diputados. Los periodistas no podremos interrumpir el orden de las sesiones parlamentarias. Los periodistas acreditados no podremos perjudicar gravemente el trabajo de otros compañeros y trabajadores de la cámara. En definitiva, los periodistas acreditados tendremos que comportarnos como seres humanos educados. Pueden ustedes leerlo de manera íntegra en este enlace y ver si hay algo que les puede parecer inadecuado en esta reforma.

Como acreditado desde el año 2013 en el Congreso de los Diputados no tengo ningún problema en cumplir con todos y cada uno de esos principios porque todos los periodistas que allí trabajamos lo hemos cumplido siempre hasta que llegaron a las Cortes una serie de ultras, activistas neonazis y escuadristas de la extrema derecha para coaccionar y amenazar la actividad y el trabajo de periodistas y políticas de izquierdas o independentistas. Nosotros los periodistas somos los principales interesados en que esta bazofia con credencial salga del Congreso y se les ponga una mácula para que sean repudiados en cualquier lugar donde tengan que compartir espacio con nosotros. Lamentablemente el PP y VOX harán lo contrario porque les interesa tener a sueldo a una caterva de camisas negras con carné de prensa para que acosen a sus adversarios mientras los protegen con sus vergüenzas.