Consejos para tener una cuenta de Linkedin más segura

Las redes sociales más potentes cada vez intentan poner más fácil y más al alcance de todos sus opciones de privacidad. Sí, esas en las que podemos controlar quién ve nuestras publicaciones, con quiénes comparten nuestros datos para publicidad o las propias apps de terceros que conectamos a nuestra cuenta y que, casi siempre, olvidamos que siguen ahí en plan chupópteras con nuestra información.

Linkedin suele ser el perfil que tenemos más olvidado en esta materia. En parte porque muchas veces la tenemos en menor consideración, a pesar de la importancia que tiene nuestro perfil profesional. Pero también era culpa del desastroso menú para revisar las opciones de privacidad, que era bastante lioso. Para remediar esto hace poco la compañía anunció en su blog un cambio para ponérnoslo más fácil.

El nuevo menú de privacidad te anuncia a bombo y platillo que tú eres el dueño de tu cuenta -por cierto aquí tienes sus términos de uso explicados-. Pero volvamos a la configuración que puedes cambiar, que se divide en tres apartados: cuenta, privacidad y comunicación.

En la primera puedes controlar la información básica, como tu correo, tu número de teléfono o tu contraseña. En esto último no te damos la plasta mucho: elige una larga, compleja y segura. En este apartado puedes ver las sesiones activas (y cerrarlas remotamente) y eliminar el pesado 'autoplay' de los vídeos, además de poder descargar un archivo con todos tus datos y, sobre todo, controlar las aplicaciones externas a las que has autorizado a acceder a tu información.

Todo mucho más claro y accesible

La sección de privacidad de perfil tiene cosas mucho más interesantes, para que decidas cómo se ve tu perfil público, quién tiene acceso a tus contactos o si quieres compartir tus actualizaciones con todos. Esto último lo puedes manejar cada vez que publicas, por si no quieres que algún exjefe siga alguna publicación puntual.

El control se extiende a poder elegir si aparecer en la clasificación de visitas de tus contactos, que te recomienden a otros como perfil similar y, lo más importante, si quieres mostrar tu nombre a esa gente a la que cotilleas.

Esto en lo que respecta a la información personal, pero también podemos decir 'no' a compartir nuestros datos básicos con terceros o para publicidad, además de elegir si aparecemos en las páginas de empresa.

La herramienta más útil en caso de fallo de contraseña aparece al final: la verificación en dos pasos, a través de nuestro número de teléfono.

En el último apartado, 'Comunicaciones', podemos controlar la frecuencia de los mailings y las posibilidades de contacto con nuestros colegas profesionales. Y aquí viene una gran novedad: podemos poner o quitar en una lista los perfiles que no queremos que nos vean, para ocultarlos de aquella gente que no queremos ver ni en pintura.

En Linkedin solemos añadir a todo quisque y hay veces que aceptamos a cualquiera, que puede resultar o un pesado que hace 'spam' -o, peor aún, un hacker que quiere ganarse tu confianza para robar datos tuyos o de tu empresa-. Si ves a alguien sospechoso denuncia y bloquea, como harías en cualquier otra red social... Y tampoco te fíes de algunas ofertas que quieren aprovecharse de la buena fe de la gente que busca empleo.